martes, 31 de agosto de 2010

Connotación interactiva

Tres años. Ya van tres años explicando una y otra vez la sencilla diferencia entre dos términos tan básicos como denotación y connotación. Que si una tarta, que si un lazo... ¡incluso con secuencias! Luego no diréis que no nos lo trabajamos para que os quede todo claro, diáfano y cristalino. Porque sí, últimamente os cuidamos poco, pero cuando nos ponemos, nos ponemos en serio, coñeyá.

Pero este año... este año el nivel de exigencia va a estar más alto. Ya en el 2009 decidimos ponerlo más complicado, pero ahora … el ejercicio será más retorcido.

Imaginemos, queridos Entifans pasionales y adoradores eternos de nuestros esculturales cuerpos, que tenemos un papel. Un papel largo, de hecho.

Un papel que no nos dice nada. Pero nada de nada de nada. Denotativamente hablando, no es más que un papel, no implica más. Tan sólo un papel vacío. ¿Cómo podemos hacer para hacer de esta imagen algo más connotativo? Piensa, minientiman, piensa.

¿Cómo? ¿Ya tienes una idea? ¡Excelente!


Pues venga, venga. Ponte a ello, que nuestro público espera impaciente.


Míralo, cómo se enfrasca en pintarrajear a lo loco. Así dejará después la habitación, no se nota que él no lo limpiará después. ¡Golfo!

Ah, ¿ya lo tienes listo? Estupendo, oye. Pues muestra, muestra, a ver si has pillado el ejemplo.


Como minientiman muestra henchido de orgullo artístico, lo que antes era un mero papelajo carente de contenido, carisma y mensaje, ha pasado a connotar un mensaje claro, conciso y potente. Ahora, la pancarta resulta una imagen connotativa, ya que, al haber sido situada en un contexto y modificada lo justo para ello, toma un nuevo cariz y significado. Un cariz festivo. Quizás, aunque esto es aventurarnos demasiado, puede que hasta cumpleañero.

Dadle vueltas, que sabemos que el de este año es complejo y no queremos hemorragias nasales incontenibles por muerte de neuronas en masa. Pero eso sí, esta vez vamos a hacerlo un poco más interactivo, mandándoos tarea para casa: ¿sois capaces de señalar algún otro elemento en toda esta secuencia que, si bien por separado no implicaría gran cosa, en estas imágenes tiene un significado muy específico? Es decir, ¿sois capaces, brav@s entifanas y entifanes, de encontrar otro elemento connotativo entre estos rayones de papel?

Ale, a darle vueltas al cerebro un rato. Mientras vamos a la nevera, que todavía queda algo de tarta connotativa. Cuando lo tengáis, veremos si no premiamos al Entifan más aplicado.

jueves, 5 de agosto de 2010

Éranse que se eran unas Entidades veraniegas


Venid, pequeños míos. Venid y acurrucaos conmigo en esta noche de sofocante calor veraniego. Venid, que la historia que os he de contar es compleja y suculenta en detalles, no os perdáis un segundo de mi épica y gallarda alocución.

¿Recordáis aquellos tiempos, ya lejanos, en los que Las (archiconocidas) Entidades posteaban en su blog 4 veces a la semana? Eran tiempos fructíferos, donde esa criatura en peligro de extinción que responde al nombre de “tiempo libre” campaba a sus anchas por la Entisede, gobernada con pulso firme por los 2 hermosos líderes primigenios: Entigirl y Entiman..

Poco a poco, comenzaron a sucederse cambios: algunos por petición popular, como ciertas polvorientas fábulas, mientras que otros fueron debidos a pura, dura y tiránica imposición bloguera, como los premios más modestamente celebérrimos de la red de redes , o la progresiva adición de más miembros al staff, tanto voluntarios (Guest Starring y el incomprendido The Nobody, entre otros) como por ley de vida (Entiwoman, AntiEnti...).

Y de repente … la imprevisibilidad aterrizó en la bitácora. Pero, más que en la temática, como era lo habitual, en la periodicidad. Los textos comenzaron a ver la luz a cuentagotas, y los comentarios en páginas amigas brillaban por su ausencia. ¿Dónde estaban aquellas inquietas Entis que, en 2007 llegaban desbocadas a su parcela de blogspot, y hoy en día sólo se mostraban en redes sociales varias?

El 2010 les preparaba muchas sorpresas a las 3, como veremos a continuación (sí, 3 de momento, que AntiEnti pasó a un mundo mejor o algo durante la celebración de los últimos EntiAwards … pero bueno, ya sabemos que bicho malo …)



Entiwoman y Entiman salvaron un trozo de océano y tierra, para iniciar una prometedora convivencia el martes 20 de julio. Sin uno de esos sobrevalorados trabajos fijos y con un piso en el que se tuvo que meter mucha darkimano para hacerlo medianamente habitable, ambos arrancaron una vida nueva llena de optimismo y locura, como sólo una Entidad puede desear. Solamente faltaría que la entrada de dinero fuera algo más segura y que, laboralmente, la suerte sonriera del mismo modo del que lo hace la sentimental. Eso sí, podéis dar por seguro que el nuevo Entipiso sería digno de llamarse como tal y, para atestiguarlo, varias fotos serían expuestas en un tiempo.



Asimismo, Entiman llegó a tierras mediterráneas con una licenciatura bajo el brazo. Merced a un resultón proyecto final titulado “Entre Viñetas”, el caballero se convirtió en simulacro de artista con un papelajo que lo atestiguaba y hacía oficial. Resultón proyecto final que acabaría apareciendo por otros lugares más pronto que tarde.

Teniendo ya más que conquistada la parte del Atlántico que baña África, y con la Península Ibérica a punto de caramelo, no podíamos permitirnos el lujo de descuidar otra familiar península europea. Por lo tanto, sería en esta ocasión Entigirl la que disfrutara, a partir de septiembre, y a lo largo y ancho de 6 meses presumiblemente intensos, de las ventajas (es un decir) del celebérrimo programa Erasmus, el cual la llevaría hacia el renacentista territorio de Firenze, la hermosa Florencia, hogar de Perseo y bajo la protección de las pétreas nalgas del David de Miguel Ángel, quien era un pintor genial, aunque también destacó en la escultura. Falta saber qué clase de conocimientos periodísticos podría adquirir la Entimuchacha en un país en el que la mera idea de periodismo serio es utópico, pero eso sería otro cantar que sólo el transcurso del tiempo respondería.



Como podéis comprobar, pequeños míos, el 2010 traería al trío entidoso los tiempos más aventureros de sus (por el momento) cortas existencias, tiempos para los que deseaban toda la suerte del mundo para llevarlos a cabo. Pero, ¿qué sería de aquel blog, levantado con sudor, dedos inquietos y rachas enfermizas de pensamientos sin sentido? Aquel blog no podía morir, ni mucho menos. Sólo vería cómo Las Entis se dejarían caer más “de cuando en cuando” por él, pero siempre con la intención de establecer de nuevo aquella esquiva continuidad que, en aquel momento era imposible. Eso sí, de los Entiawards navideños, por más que veraniegos no se hubieran celebrado, no se libraría ningún Entifan. Así como de “grandes canciones”, de las que había acumuladas ciento y la madre. El futuro no estaba preparado todavía para los posts que estaban por venir. ¡Más largos, más densos, con más paréntesis que nunca, pero llenos a rebosar de un epicismo que...!



- Entiman, cariño, ¿qué haces hablando a los muñecos de la mesilla de pie y con el puño en alto? Que mañana madrugo y tengo que dormir.

- Vale, vale, ya vuelvo a la cama. Es que me he despertado con ganas de alentar a las masas.

- Ya, hijo, si no te digo que no, pero ¿puedes intentar que no sea cada noche? O al menos hazlo con tus muñecos, que mi Leónidas no merece tanto discurso, que es un líder espartano.

- Vale, voy a por mi miniSpider-man, ahora vuelvo.

- Sigh...