Ojalá el comienzo de mi historia fuera un poco más original, pero la verdad es que no podía ser más básica. Casi primaria. Mis padres no se conocían de nada, ni antes de tenerme ni después. Fui fruto de la pasión, del bien llamado “polvo de una noche”. Mis padres se acercaron, se restregaron mutuamente y voilá! De ahí salí yo. El amor nada tuvo que ver ahí. Es algo que entre los nuestros hemos aprendido a considerar un mito, eso del “amor”.
Nunca conocí a mi madre. No recuerdo nada de ella, ni sé si conservo alguno de sus rasgos característicos. No sé si mi verborrea viene de ella, o si mis ojos tristones son los suyos. La verdad es que tampoco me interesa, ya desde pequeño aprendí que sé desenvolverme bien sólo. Nunca me ha hecho falta nadie, ni viceversa. Y he llegado hasta aquí, así que mal no me ha ido precisamente. He dejado atrás amigos, eso es obvio, pero no los hecho de menos. Son épocas que deben pasar, que curten y que son un paso más hacia la meta, a la que siempre llegas sólo.
Después de mi accidental nacimiento, podría decirse que deambulé entre las calles, sin un rumbo fijo. Normal, si tenéis en cuenta que todo era nuevo. Todo era desorden, ruido y caos. Nadie se fijaba en mí, no era lo suficientemente grande todavía como para llamar la atención, así que intentaba apañármelas como podía. La suciedad, los restos de cosas que la gente olvidaba me alimentaban, y así poco a poco iba creciendo. Lo suficiente como para poder empezar a controlar mi camino y no ser un pelele movido por la corriente.
Rondé por un almacén abandonado un tiempo. Allí había una provisión casi infinita de alimentos, nadie lo visitaba, y sólo tenía que preocuparme de la intrusión de algún otro perro de cuando en cuando. Quizás debería haberme preocupado más. Un día, uno de esos perros, de ojos vivos y despiertos, me enganchó. Aunque yo seguía creciendo a buen ritmo, el chucho no se percató de mi compañía, salvo por algún picor ocasional, por el cual siempre me disculpaba, ya que nunca eran intencionados. Todavía no controlaba bien mi cuerpo.
Las cosas estaban a punto de cambiar para peor. Unos días después de quedar “enganchados”, la puerta del almacén se abrió. Los de la perrera nos buscaban. Bueno, a mí no (dudo siquiera que supieran que estaba allí), sino a Toby. Sí, llamadme tópico, pero el nombre le iba como anillo al dedo. Además, rimaba con el mío, y así lo podía recordar mejor.
¿Cómo? ¿Qué todavía no me he presentado? Por favor, qué modales los míos.
Me llamo Jimmy.
Soy una mota de polvo.
Y así comienza mi historia.
10 comentarios:
Menudo polvo echaron sus padres...
Batante interesante el comienzo de esta historia, espero pongas mas .
Si pueden dense una vuelta por mi blog.
Saludos
¡¡¡Jimmy!!! que bueno que las Entidades te han dejado contar tu historia (supongo que algo tuvo que ver la presión popular en la entrada donde nos fue revelada tu existencia).
Triste comienzo mi Jimmy, pero se que las cosas mejoraron después. :)
Eso es un inicio y lo demás son tonterias: en plan Hitchcock, llamando la atención con algo fuerte para empezar... y de ahi para arriba.:)
Entiman, una cosita tonta: verás, desde que he visto Wall-E me he quedado encantado con el robotillo y pensando en todos los grandes dibujantes que conozco de la blogosfera había pensado si me podías hacer un Wall-E para ponérmelo de foto de perfil de blogger (con lo cual tampoco hace falta que te mates, algo sencillito y que no te ocupe mucho tiempo). Como siempre gracias anticipadas por tu atención.
Eso sí que es una vida de polvo en polvo... xD.
Por cierto niñoz.... donde "Entiquedemos pues!" teneis puesto que la quedada fue el 19 de Junio... y fue en Julio.
Aviso por si no os habíais dado cuenta.
Un besote!
FREE JIMMY
Me ha emocionado saber más de nuestra querida enti-pelusilla.
Jimmy, mis Lemures y yo te queremos como a uno más de la familia, ven a vernos cuando quieras.
que pedazo de ca**** por un momento creí que era tu desgraciada historia de vida XD jajaja
¬¬
saludetes!!
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. La verdad que me he ruborizado mucho al leerlos. Espero no defraudaros en las siguientes entregas. Un abrazo ;)
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