lunes, 1 de marzo de 2010

Grandes Canciones de la Historia de la Humanidad: Edición Festivalera



Italia.

Un país, como debe ser cualquiera de nuestros territorios conquistados, surrealista donde los haya.

Un país que se niega rotundamente a participar en ese “festival del humor y las Grandes Canciones” que es actualmente Eurovisión.

Porque, “¿para qué hacer el chorra en toda Europa, si no vamos a ganar? Para eso lo hacemos en casa, y sólo nosotros nos enteramos”, piensan nuestros súbditos mediterráneos.

“¿Para qué hacer el mono en Eurovisión… teniendo San Remo?”

Festival di Sanremo.

Celebrado anualmente por estas fechas en el Teatro Ariston de la ciudad homónima, aunque en sus orígenes la sede fue el casino de la ciudad. Inaugurado en 1951, no fue hasta el 56 que se comenzó con la noble y estoica tradición de enviar al ganador del mismo a Eurovisión, para intentar arañar algún punto con el prestigio de Sanremo de por medio. 10 años tardaron en escarmentar los engullidores de pasta, cuando Domenico Modugno no consiguió ni un mísero punto en la festividad eurovisiva del 66. A partir de entonces, Sanremo se desconectaría del festival donde Massiel arrasó con su monosilábico tema, enviando tan solo a dos ganadores más desde entonces: Nicola di Bari y Jalisse, en el 72 y el 97 respectivamente (aunque otros ganadores también cantarían, pero con otro tema distinto al presentado en el concurso patrio, como Sergio Endrigo).

Llegamos al 2010. A la edición número 60 de tan magna celebración en la que se han consagrado artistas como Al Bano e Romina Power, Richi e Poveri, Giorgio Faletti (hombre polifacético del que algún día hablaremos en profundidad), Laura Pausini, Andrea Bocelli, Neri Per Caso, Eros Ramazzotti, Arisa o Marco Carta (estos dos últimos en la edición anterior). El festival que “todo el mundo odia pero todo el mundo ve” bate récords de audiencia en la RAI 1. El ganador es Valerio Scanu, quien viene de hacer lo propio en el concurso televisivo de Amici. Pero eso no es lo que pasará a la posteridad en esta ocasión.

Canción de la Semana: “Italia, amore mio”, cantada de manera muy personal por el nieto del último rey de Italia, todo un personaje del corazón llamado Manuel Filiberto de Saboya (que rima con abrevadero, sí). Todo un príncipe, abucheado por el público de Sanremo, poco acostumbrada a que la realeza meta las zarpas en estos shows, por más que este príncipe tenga más de personaje del corazón que de monarca en sí. Disfrutad de esta joya, que habla de la pobreza, los valores familiares, la religión y sus ansias de volver a ese país que tan amablemente le había exiliado. Injustamente, a tenor del excelso cantante que se perdían.



Esto ha sido todo por esta semana. La semana siguiente ésta, tu sección favorita, volverá con nuevas joyas que esperan ser descubiertas por el gran público, a la par que apreciadas. Y no os olvidéis, ninguna canción es grande si no se encuentra en... “¡Grandes Canciones de la Historia de la Humanidad!”

2 comentarios:

Dark Phoenix dijo...

¡¡¡PRIMEEEEEEE!!!

Ay, estos espaguetis, como se lo curran... No llegan al excelso nivel de Félix, El Gato u otros elementos eurovisivos,pero oye... hay que reconocerles el mérito.

Y este señor es un pobre incomprendido. Mira que abuchearle... como lo patriótico que es!!! Descastados... Berlusconi os come la... cabeza!! y el corazón!! Insensibles!!! xDDD

Saludetes!!

Entimani dijo...

DP: exacto, que encima que el hombre canta a esa bella patria que no le quiere... joer, es que es una historia tan trágica, sniff. Insensibles!!!!

Tatiana: pensaremos en ello ... un día de estos.

Grazie por los comments!