Venid, oh queridos discípulos. Reuníos alrededor del artificial calor que desprende la pantalla de vuestra computadora y disponeos a oír una de esas historias que han contribuido a hacer de
Un sábado como otro cualquiera, no hará ni un mes desde que ocurrió.
- ¿Tiene 10 minutos?- le preguntó la chica, de no más de veinticinco primaveras.
En ese momento su cerebro entró en un bucle. No tenía ganas de que lo retuvieran, pues tampoco quedaba mucho tiempo para que cerraran la tienda. Pero ¿10 minutos? ¡Claro que disponía de 10 minutos! Y tampoco era cuestión de mentir a una dama…o algo así.
Le dio a la señorita una respuesta afirmativa, lo que desveló sus auténticas motivaciones: una empresa de jugos (cuyo nombre comenzaba por Minute y terminaba por Maid) le había lanzado a la búsqueda y captura de víctimas/despistados/clientes potenciales y hacerles “un par” de preguntas, que no robarían al interrogado más de 10 minutos. “Bueno” – pensó el bravo Entiman- “Si se mete en cuestiones excesivamente personales lo pagará caro, pero vamos a adentrarnos en esta nueva aventura a ver que me depara el destino. Además, que la chiquilla parece desesperada, y no quiero que su despido y posible indigencia pese sobre mi conciencia”.
“¿Bebes zumos con cuánta regularidad?” “¿De que marca sueles beberlos?” o “¿Dónde los bebes?” fueron sólo alguna de las preguntas que caracterizaron esos 600 segundos a las que
De repente, las 3 preguntas clave:
“¿Te gusta el sabor a piña?”
“¿A pera?”
“¿A mango?”
Si al hecho de que las tres frutas eran totalmente descontextualizables (piña=paliza, pera= juegos íntimos; mango=nuevas sensaciones), le sumamos que la joven osaba agarrar el brazo de Entiman y a arrastrarlo poco a poco, llevándolo a un lugar algo más alejado del bullicio del gentío, la cosa se tornaba misteriosa.
- “Bien, ahora sólo tenemos que ir por aquí…”- decía, más para ella que para su indefensa víctima.
Un paso de peatones, un descenso y entramos en un céntrico hotel. “Ya está. Me van a donar a la ciencia. Bueno, mis órganos al menos valdrán para algo, aunque espero llevarme alguna alegría antes del descuartizamiento” piensa él mientras la cada vez más inquietante señorita le hacía bajar un tramo de escaleras para llegar a una pequeña sala, con aspecto de comedor, y sospechosamente vacía, con un aún más sospechoso biombo al final de la habitación. Al fin, la señorita le soltó y, tras hablar con algo (puede que alguien) situado detrás del biombo, se despidió cortésmente de
De repente y sin previo aviso, un melenudo con aspecto de lechuguino, que parecía no haber disfrutado nunca de la vida (ni pinta de que fuera a hacerlo) salió de detrás del misterioso biombo. “¿Me tengo que enfrentar a éste? ¿Este es mi archienemigo? Pues le puedo, y fácil…” pensaba nuestro héroe a medida que el hippiento se aproximaba con un vaso de plástico en una mano y un fajo de papeles en la otra. “¿Mear ahora? Buf, si no hay ganas hombre…”
- “Bueno, antes que nada, gracias por venir aquí y hacernos este favor (¿¡pero es que no habían convencido a nadie más?! ¿O habían muerto?). Aquí tienes el primer jugo. Pruébalo y responde a las preguntas del papel”.
El papel daba unas sencillas instrucciones. Unas preguntas que había que contestar antes, durante y después de ingerir el bebedizo de sabor a piña y pera, sabores que, como él le había dicho anteriormente a la señorita aquella, odiaba. Después de aquel, un zumo normalito, del que escribió que no lo compraría ni aún siendo muchimillonario, el mojigato le trajo otro, con más tropezones que la melena del hippie. Después de hacer esfuerzos por no perder la conciencia, Entiman se lo bebió, contestó lo más negativamente posible y el chavalín salió de detrás del biombo para despedirle efusivamente y regalarle un boli como obsequio.
¿Moraleja? Elige la que más te guste:
- ¿Para qué coger el camino largo si el atajo te evita problemas?
- Sólo los desesperados son elegidos para llevar a cabo castings de zumos. Y seguramente vírgenes también. Al menos antes de los castings.
- Si una tía te agarra del brazo, seguro que te dará algo que beber.
Ahora marchaos, queridos alumnos. Marchaos y difundid la palabra.
6 comentarios:
jajaj...ma gustao la historia. Tio por la pinta de todo eso, el melenudo podria haberte drogado para sacarte los organos y venderlos al mercado negro...(es una de los muchos finales q se me ocurren). Yo no se si me hubiera bebido todo lo q me hubiera traido el tio, supongo q es cuestion d verse ahi...
Y me quedo con "Sólo los desesperados son elegidos para llevar a cabo castings de zumos. Y seguramente vírgenes también. Al menos antes de los castings".
A mi tb siempre me vienen a q me apunte en sectas, q pruebe cosas o q responda chorradas...se nos nota en la cara eh xD.
Hasta pronto!
''Ya está. Me van a donar a la ciencia. Bueno, mis órganos al menos valdrán para algo, aunque espero llevarme alguna alegría antes del descuartizamiento''
Juas juas juas juas juas XD
Te llegó a gustar algún zumo o todos sabían a suela de zapato?
Yo en cuanto viera que me mete en un hotel raro intentaría esquivar el horrible destino que seguramente me aguardaba.
¿Seguro que el Hippie no te dió algun tipo de alucinógeno permanente?Eso explicaría muchas cosas...
Querida entidad masculina, permiteme darte la verdadera moraleja de tu historia:
- Si una chica desconocida te aborda, te pide 10 minutos y te lleva a un hotel, para luego meterte en un cuarto con un hippie; agradecele al cielo que solo te hayan dado jugos.... y que estos hayan sido de los que se toman. ;)
Locke: "se nos nota en la cara eh xD." A mí nunca me paraban, hasta ese día. Ahí mi vida cambió. No sé por qué decidí ir hacia allí, creo que simple aburrimiento, xD
Yogur: El primero no estaba del todo mal, teniendo en cuenta que no soy un hombre de pera-piña, pero el 2º era horrible: espeso, con tropezones, dulzón...con decirte que ni miré el cuestionario a la hora de responder de las ganas que tenía de irme...
Thor: "¿Seguro que el Hippie no te dió algun tipo de alucinógeno permanente?Eso explicaría muchas cosas..." Yo también lo he pensado, pero no, ya estaba yo bastante mal antes, si no peor, xDD
Gaby: sí, esa era la verdadera moraleja, algo así como: Hay que ser ASÍ de tonto para ser una Entidad, xD
Gracias por comentar, y tan extensamente ;)
Curiosa anécdota. Deberían cambiar el nombre del jugo a 10-minute Maid (chistazo) A mí siempre me paran por la calle, pero sólo son locos laguneros que quieren contarme viejas hazañas que ni ellos recuerdan o divagar sin más. Por cierto, cuando una tía así tan "jugosa" te lleva a un sitio apartado piensas que te van a destripar? Yo pensaría otra cosa...sé sincero..qué pensaste? jajaja enga hasta mañana!
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