Indie, alternativo, inglés, sureño… pero Rock al fin y al cabo

“Dícese de un género musical contemporáneo encaminado a englobar los diversos estilos musicales derivados del “rock and roll”, que suele interpretarse con guitarra, batería y bajo, amén de otros muchos instrumentos”. Esto, queridos niñ@s, es lo que viene conociéndose como “rock”, definido en palabras que igual no trasmiten verdaderamente lo que para muchos representa el género. Hoy, como excelsos melómanos que somos (melófobos solamente los lunes, gracias), pasaremos lista a los diversos subgéneros que estamos catando últimamente dentro del amplio catálogo que el rock ofrece, para quedarnos con los CDs más escuchados por Las Entidades estos últimos tiempos, tiempos experimentales donde los hayan.

Comenzamos con un poco de rock sureño. Dale Caleb, haz tu magia:

Caleb, Nathan, Jared y Mathew Followill (hermanos los tres primeros y primo el último) forman una de las bandas más en forma del panorama musical actual, que el gran público ha descubierto gracias a su más reciente trabajo: “Only By The Night”. “Kings of Leon” son los hijos (y sobrino) de un predicador de Tennessee llamado Leon Followill, quien marcó su infancia al trasladarlos continuamente a lo largo y ancho de esos bellos parajes sureños de EEUU. Su primer disco, “Youth and Young Manhood”, no gozó de un exagerado éxito (ni modesto siquiera) pero los puso en el punto de mira de clásicos como Bob Dylan, Pearl Jam o U2, convirtiéndolos en sus teloneros. Fue en 2007 cuando comenzaron a hacerse oír con “Because of the Times”, gracias a potentes singles como “On Call”o “Charmer”, y a una exitosa gira, después de la cual afirmaron que no dieron ni un solo concierto sobrios. Unas cuantas curas de desintoxicación después llegaría, en 2008, “Only By The Night”, el que es sin duda su trabajo más sólido y completo. La banda ha ido experimentando una notable evolución, pasando de la monotonía de sus primeros trabajos, a una variedad de sonidos y amplitud de matices más enriquecedora para ellos. Así, este disco añade nuevos elementos al estilo Followill: la importancia y buen uso de los coros (“Use Somebody”, “Revelry”…), así como un mayor esfuerzo vocal (que no bucal) por parte de Caleb, demostrando a qué cotas puede llevar realmente su ya de por sí peculiar voz (más que patente en “Manhattan”, “17” o “Cold Dessert”), y sobre todo que, a diferencia de en “Because of the Times”, donde la monotonía se apropia de la segunda mitad del disco, aquí cada pista aporta algo nuevo, sin machacar el concepto, pero a su vez sin perder ese característico sonido de “Kings of Leon”.

¿Algo un poco más brittish y menos americano? Sure. Venga yogurines, que os toca.

Los chavales que rompieron las expectativas más positivas que se pudieran albergar con su disco de debut (“Whatever people say that I am, that’s what I’m not”), y que se consolidaron en el complicado mercado británico con “Favourite Worst Nightmare” han regresado con “Humbug”. Los “Arctic Monkeys” han tardado 2 años en dar a luz este tercer disco de estudio, pero la espera ha valido mucho la espera, ya que, sin lugar a dudas, en estas 10 pistas encontramos unos monos del ártico más maduros y valientes. Ya no es el descontrol adolescente que se adueñaba de gran parte de “Whatever…”, en donde a veces se hacía necesario un pequeño respiro que apenas llegaba en un par de pistas. No es que este nuevo trabajo sea más “tranquilo” (que también), sino que a todas luces, el grupo ha decidido probar cosas nuevas, siendo conscientes de todo lo que funciona, pero avanzando y evitando repetirse lo más posible. Así, en “Humbug” nos encontramos con unas letras más interesantes y pensadas (“My Propeller”, “The Jeweller’s Hands”, “Secret Door”, “Cornerstone” …), un Alex Turner que se divierte experimentando con sus posibilidades como vocalista (“Crying Lightning”, “Dance Little Liar” …), aunque ni por un segundo se pierda el característico ritmo de montaña rusa que tanto gusta al conjunto (“Pretty Visitors” es el ejemplo más claro, puro sonido “Arctic Monkeys”). En resumen, uno de los mejores trabajos de este otoñal 2009, de un grupo que habrá que seguir teniendo muy en cuenta en el futuro.

Probemos ahora con algo más alternativo (o algo así). Más experimental (pero sin pasarse). Matthew, please.

Porque no hay cosa más sublime que un oso de peluche vampiro gigante ...

Conocidos en sus inicios como la banda de goth/glam “Rocket Baby Dolls”, el grupo liderado por el excéntrico Matthew Bellamy, “Muse”, han lanzado al mercado su esperado quinto trabajo de estudio, tras “Showbiz”, “Origin of Symetry”, “Absolution” y el exitoso “Black Holes And Revelations”, el CD más vendido en la historia del trío. Regresan con el polémico “The Resistance”. ¿Por qué polémico? Polémico gracias al inteligente juego de filtraciones y declaraciones bizarras que se llevan dejando caer desde que se confirmó de manera definitiva el lanzamiento de este nuevo disco. Que si “habrá una canción en tres partes que ha llevado años de trabajo”, que si publicar en su web oficial un mapa de Eurasia para tener a los fans entretenidos… El 14 de septiembre de 2009 (una semana antes en la web… filtraciones y demás malentendidos, yu nou) era el día para comprobar que había detrás de tanto humo y espejos, y descubrir si realmente, “The Resistance” cumplía las expectativas generadas. Y vaya si las cumple, sí. Difícil de catar por primera vez, es con sucesivas escuchas cuando el CD realmente se desvela como una pequeña joya, aún con altibajos destacables, producto de la voluntad confesa del grupo por probar, probar y volver a probar. Porque sí, aunque encontremos pistas algo más comerciales como “Undisclosed Desires” o “I Belong To You” (que sí Matthew, por más que cantes en francés…), encontramos canciones tan destacables como “United States of Eurasia” (con una influencia enorme de Queen, que se adivina a la primera escucha), “Unnatural Selection” o la tan traída y llevada “Exogenesis”, compleja obra dividida en tres partes, que se convierte en una de las mejores piezas de la banda de Teignmouth. Una mayor importancia del piano, un destacable protagonismo orquestal (y no sólo en la mencionada sinfonía) y una loable voluntad de evolucionar hacen sobresalir “The Resistance” como uno de los trabajos más logrados y variopintos del mercado actual.

Vamos acabando por hoy, venga. Cerramos con algo más independiente todavía. Chicos, a escena.

Win Butler, Régine Chassagne, Richard Reed Parry, William Butler, Tim Kingsbury, Sarah Neufeld, Jeremy Gara, Pietro Amato y Marika Anthony-Shaw. Todos estos forman Arcade Fire, uno de nuestros (excesivamente tardíos) nuevos descubrimientos musicales. Y probablemente el más destacable en mucho, mucho tiempo. Poco se puede decir de ellos, ya que sus dos excepcionales discos hablan por sí mismos: “Funeral” y “Neon Bible”, dos trabajos tan difíciles como altamente recomendables. Violines, violas, violonchelos, pianos, mandolinas, ukeleles, acordeones, xilófonos, zanfonas, bajos dobles, cuernos franceses, hurdy gurdy y arpas son algunos de los muchos instrumentos que emplea esta banda canadiense para lograr ese sonido tan especial y completo. Colaboraciones con leyendas como David Bowie, Bruce Springsteen o U2. Temazos como “Rebellion (Lies)”, “Neighborhood#1 (Tunnels)”, “Wake Up”, “My Body is a Cage”, “Antichrist Television Blues”, “No Cars Go”, “Black Mirror” o cualquier otro que pueda extraerse de ambos cedeses son merecedores de, al menos una escucha. Esperemos que pronto nos deleiten con nuevo trabajo, que realmente pueden llegar a ser extremadamente adictivos. Son la Enti – apuesta del momento.

¿Más rock? No, niñ@s, ya por hoy es más que suficiente. Eso sí, volveremos, porque… buf… anda que no quedan subgéneros por explorar: el new wave, el new romantic, el glam rock, el synth-rock, el hardcore punk , grunge, el britpop, el piano rock … Pero eso es la historia de otro día, otra semana …