Si existe un país injustamente olvidado en su vertiente musical, ese es, sin lugar a dudas, Rusia. Esos cerdos comunistas a los que Hollywood nos hizo querer odiar, pero que, irónicamente, los convirtió en seres entrañables, con acentos imitables y miradas de puro hielo. Ojos en los que ves tu propio miedo reflejado, mientras las gotas de sudor recorren tu aterrada faz. Tanta Guerra Fría, tanta supremacía americana ha causado que hayamos olvidado que la antaño poderosa URSS gozaba (y goza) de un tremebundo repertorio musical, a la altura de maikelyaksons, elvisespresleis, bobdilans, brucespringstins y similares. O incluso mejores.
No hace falta remontarse a Balakirev, Cesar Cui, Borodín, Musorgsky o Rimski-Korsakov (el famoso grupo de los “Cinco”). Ni siquiera a Tchaikovsky, puesto ahora de moda por una de las películas del momento, nop. No vamos tampoco a hablar de las censuradas y nunca lesbianas t.At.U (t.At.Y. En Rusia), ya separadas en búsqueda del éxito en solitario después de 6 trabajos de estudio. El protagonista de las “Grandes Canciones” de hoy vale mucho más que todos ellos, y es considerablemente más importante.
¿Exagerados, decís? Ay, panda de desinformados indocumentados. ¿A cuántos artistas conocéis que posean semejante colección de premios, reconocimientos y honores?
Desde luego, ni El Fary ni David Bustamante gozan de semejante reconocimiento, por poner un ejemplo. Ni siquiera Pedro Junco, por más que se lo merezca. El individuo en cuestión es el archiconocido Эдуард Анатольевич Хиль, barítono ruso, conocido mundialmente por su preciosa balada “Я очень рад, ведь я, наконец, возвращаюсь домой”. Vamos, él.
Por si hubiera (cosa que dudamos mucho) alguien que no domine todavía el bello idioma soviético, traducimos a jerga occidental: El individuo en cuestión es el archiconocido Eduard Anatolyevich Jil , barítono ruso, conocido mundialmente por su preciosa balada “Estoy muy contento, por fin regreso a casa" ”. Vamos, él.
Ahora sí, ¿verdad? Este sublime intérprete, nacido el 4 de septiembre en Smolensk, se graduó en el conservatorio de Leningrado, triunfó como solista, ejerció como profesor en la Academia de Arte Teatral de San Petersburgo, e incluso trabajó en París, más concretamente en el café “Rasputín” (lógico siendo ruso). Entre sus greatest hits se encuentran temazos como “Piedra Lunar”, “Ciudades Azules”, “Savia de Abedul” o “Y la gente va al mar”, entre otras muchas.
Canción de la Semana: En el año 2009 fue subido a ese antro de perversión y vileza conocido como Youtube un vídeo del año 1976, en el que Eduard interpreta de manera inquietantemente feliz una versión vocal de la balada “Estoy muy contento, por fin regreso a casa". En 2010, el mundo se da cuenta de semejante hallazgo (entre ellos Buenafuente y Berto, siempre pendientes de lo último en la red de redes) y el susodicho vídeo se convierte en un éxito masivo, y uno de los mayores virales del siglo XXI. El fenómeno se bautiza como “Trololo” y Eduard se convierte en auténtica leyenda de Internet. Y todo gracias a este modesto, pero efectivo vídeo en el que el cantante derrocha carisma y alegría por doquier. Esa sonrisa, esos ojos, esos movimientos de espantapájaros reumático, de robot desengrasado ... Maravilloso.
Y para los curiosos, sí. Eduard repite la misma actuación en sus recitales y conciertos varios. Es su coreografía. Porque él es, ante todo, artista y performer. Es puro estilo andante. Es la representación de la madre Rusia. Y la madre Rusia se siente orgullosa de tener semejante héroe entre sus filas.
Esto ha sido todo por esta semana. La semana siguiente ésta, tu sección favorita, volverá con nuevas joyas que esperan ser descubiertas por el gran público, a la par que apreciadas. Y no os olvidéis, ninguna canción es grande si no se encuentra en... “¡Grandes Canciones de la Historia de la Humanidad!”
No hace falta remontarse a Balakirev, Cesar Cui, Borodín, Musorgsky o Rimski-Korsakov (el famoso grupo de los “Cinco”). Ni siquiera a Tchaikovsky, puesto ahora de moda por una de las películas del momento, nop. No vamos tampoco a hablar de las censuradas y nunca lesbianas t.At.U (t.At.Y. En Rusia), ya separadas en búsqueda del éxito en solitario después de 6 trabajos de estudio. El protagonista de las “Grandes Canciones” de hoy vale mucho más que todos ellos, y es considerablemente más importante.
¿Exagerados, decís? Ay, panda de desinformados indocumentados. ¿A cuántos artistas conocéis que posean semejante colección de premios, reconocimientos y honores?
Festival Internacional de la Canción de Sopot, segundo lugar (1965).
Artista meritorio de la URSS (1968).
Orden de la Bandera Roja del Trabajo (1971).
Artista del pueblo de la URSS (1974).
Orden de la Amistad de los Pueblos (1981).
Orden del Mérito de la Patria, cuarta clase (2009).
Premio Utyosov.
Artista meritorio de la URSS (1968).
Orden de la Bandera Roja del Trabajo (1971).
Artista del pueblo de la URSS (1974).
Orden de la Amistad de los Pueblos (1981).
Orden del Mérito de la Patria, cuarta clase (2009).
Premio Utyosov.
Desde luego, ni El Fary ni David Bustamante gozan de semejante reconocimiento, por poner un ejemplo. Ni siquiera Pedro Junco, por más que se lo merezca. El individuo en cuestión es el archiconocido Эдуард Анатольевич Хиль, barítono ruso, conocido mundialmente por su preciosa balada “Я очень рад, ведь я, наконец, возвращаюсь домой”. Vamos, él.
Por si hubiera (cosa que dudamos mucho) alguien que no domine todavía el bello idioma soviético, traducimos a jerga occidental: El individuo en cuestión es el archiconocido Eduard Anatolyevich Jil , barítono ruso, conocido mundialmente por su preciosa balada “Estoy muy contento, por fin regreso a casa" ”. Vamos, él.
Ahora sí, ¿verdad? Este sublime intérprete, nacido el 4 de septiembre en Smolensk, se graduó en el conservatorio de Leningrado, triunfó como solista, ejerció como profesor en la Academia de Arte Teatral de San Petersburgo, e incluso trabajó en París, más concretamente en el café “Rasputín” (lógico siendo ruso). Entre sus greatest hits se encuentran temazos como “Piedra Lunar”, “Ciudades Azules”, “Savia de Abedul” o “Y la gente va al mar”, entre otras muchas.
Canción de la Semana: En el año 2009 fue subido a ese antro de perversión y vileza conocido como Youtube un vídeo del año 1976, en el que Eduard interpreta de manera inquietantemente feliz una versión vocal de la balada “Estoy muy contento, por fin regreso a casa". En 2010, el mundo se da cuenta de semejante hallazgo (entre ellos Buenafuente y Berto, siempre pendientes de lo último en la red de redes) y el susodicho vídeo se convierte en un éxito masivo, y uno de los mayores virales del siglo XXI. El fenómeno se bautiza como “Trololo” y Eduard se convierte en auténtica leyenda de Internet. Y todo gracias a este modesto, pero efectivo vídeo en el que el cantante derrocha carisma y alegría por doquier. Esa sonrisa, esos ojos, esos movimientos de espantapájaros reumático, de robot desengrasado ... Maravilloso.
Y para los curiosos, sí. Eduard repite la misma actuación en sus recitales y conciertos varios. Es su coreografía. Porque él es, ante todo, artista y performer. Es puro estilo andante. Es la representación de la madre Rusia. Y la madre Rusia se siente orgullosa de tener semejante héroe entre sus filas.
Esto ha sido todo por esta semana. La semana siguiente ésta, tu sección favorita, volverá con nuevas joyas que esperan ser descubiertas por el gran público, a la par que apreciadas. Y no os olvidéis, ninguna canción es grande si no se encuentra en... “¡Grandes Canciones de la Historia de la Humanidad!”
4 comentarios:
Pues el de la pandereta tampoco tiene precio...
Ximi: bienvenido por estos lares de perdición. Y sí, estamos investigando al tipo de la pandereta, porque su entusiasmo tocando su instrumento nos perturba sobremanera. Danke por el comment ;)
En el fondo, qué miedo da TrololoMan.
Por cierto, Entipeople, para futuras entregas quizá os interese tener en cuenta a las Take That del Éste (¿rusos también?): http://www.youtube.com/watch?v=a_rmLmrCv6E
Merrick: más que miedo, a nosotros nos enternece mucho el hombre. Un genio de la música que ha visto su fama crecer exponencialmente a raíz de las nuevas tecnologías, cuando ya no puede sacar provecho de ella. Es muy triste, realmente. Y tu sugerencia... está siendo estudiada ... detenidamente. Investigaremos sobre ello.
Gracias por el comment, Entifan elefantiásico!
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