¡Muchos no lo creían! ¡Pensaban que ya no volverían a asistir a un acto de elegancia y distinción semejante! ¡Algunos incluso llegaron a afirmar que Las Entidades murieron tiempo atrás en un crucero a través del Océano Índico, después del cual vagan como almas en pena, causando desastres allí donde pueden! ¡Todo mentiras, libelos, rumores y calumnias! La prueba de que Las Entidades siguen vivas y coleando (algunas más que otras) está aquí. Porque hoy, queridos y pacientes Entifans, los jefes del cotarro harán acto de aparición en breve para dar paso a la sexta edición de los premios de premios. Los galardones que la blogosfera aguarda cada inicio de año como algo que desconoce, pero que sabe a ciencia cierta que no puede vivir si ellos. Willkommen, bienvenue, welcome a ...
Un año más, aquí está Jimmy, vuestro reportero dicharachero, minimicrófono en mano para contaros cómo se desarrolla la entrada de las diversas celebridades en el recinto que acogerá tan magno y retrasado evento mundial. De la manita entran, para estrenar la alfombra roja, uno de nuestros clásicos, el peligroso/amistoso samurai Osukaru, acompañado por Lograi, uno de los Habituales clásicos del Blog de su Ilustrísima Marcianidad (quien ha confirmado a última hora que no asistirá a tan suntuosa entrega de premios, pero que vigilará desde lo alto, a lomos de su gorila nazi alado, para comprobar que todos sus pupilos se comporten). Siendo El Luciérnago nuevo en estas lides, Osukaru le explica detalladamente al oído los pormenores de la entrada al recinto, intentando no fijarse en su minúsculo manquini, y advirtiéndole de las apariciones que puedan darse de improvis... como la clásica entrada en escena de The Nobody, quien, envuelto en su característica sábana mugrienta y con restos de montadito, llega ídem a la chepa de un cada vez más calvo y enroscado este año en un luminoso y fosfi traje de Tron, John Locke. Ambos hacen su aparición envueltos en una densa bruma roja, sin percatarse de que se han aparecido justo encima del pobre Warrior, quien sólo pasaba por allí, sin montar show alguno. Los gritos de socorro del Entifan quedan completamente ahogados por los sonidos simiescos que provienen desde el aparcamiento, donde parece haber aparcado un estiloso plátanomóvil. La piel se abre, al igual que sus puertas estilo Delorean, y de su interior surge una manada de monos de toda clase y pelaje, espectáculo que deja en jaque a los aquí presentes. Los últimos gorilas en desembarcar portan a hombros al que parece ser su líder primate, el ex-flowtista que ahora toma el nombre de Guille Rancel. Mientras éstos entran en el suntuoso edificio que acogerá la demorada ceremonia, un pequeño tití se queda algo retrasado con respecto a sus compañeros simiescos, para lanzarle miraditas sensuales a los que vienen por detrás (con perdón), el veterano en estas lides y padrino bloguero, Chacal, y otro novato proveniente también de pastos más verdes, John Mismo. El Chacal se detiene un segundo para trapichear con una figura en sombras por unos supuestos pases de prensa, lo que deja a Mismo abandonado, a merced de un tití que busca mambo. Viva l'amour. La pareja huye despavorida a ocupar su hueco en el interior, seguidos de un Chacal que ya ha finiquitado sus negocios con el misterioso personaje que se acaba de descubrir como el cinéfago Mike Lee, siempre tan elegante luciendo su impecable e impoluto esmokin azul. ¡Santa Bárbara bendita, madre de San Agustín! Los paparazzi huyen despavoridos del lugar ante la espeluznante visión de unos Conner Kent y Pater zombificados, que amenazan, gesticulan y dan mordiscos al aire como si le hincaran el diente a carne fresca. El remate viene detrás, ya que aquí llega una Carolina Bensler cabalgando un pulpo rosa ávido de sangre, disparando perdigonazos en … ¡la leche! ¡En esta direcc...!
¿Ya? ¿Ya han entrado esos tres psicópatas a ocupar sus asientos? Buf, menos mal. Bien, Jimmy informando desde detrás de una seta, por lo que pueda pasar. Que uno no está asegurado contra estas cosas. Hablando de lo cual, un cohete acaba de aterrizar en medio de la alfombra. Al menos ha volatilizado las manchas de sangre. Y lo que quedaba de alfombra, claro. Las compuertas se abren y vemos descender a Entifans a los que se han echado mucho en falta durante estos 365. Ahí vemos caer rodando grácilmente a Kornikabrosalvaje; a Kike salir rodeado de tópicas suecas, a cual más rubia y bien formada; a Agustín pintado de arriba a abajo de albiceleste (asqueroso bodypainting, no deja nada a la imaginación); por último, las damiselas Getzsemane y Gaby embutidas en ligeros y semitransparentes conjuntos de seda, chorreando glamour por todos sus poros se ganan piropos de buen y mal gusto por parte del sector masculino de periodistas que ya comienza a regresar a sus puestos. Agarrado por su trompa a la puntita del cohete tintinesco se encuentra Merrick, quien grita desde lo alto que no bajará hasta que le confirmen la ausencia de caníbales en la fiesta bloguera. Para tranquilizarlo, el recién llegado Yogur Caducado, estrenando suntuoso código de barras y con la caducidad renovada, le berrea pidiéndole a nuestro paquidérmico que se calme, que en el caso hipotéticamente cierto de que se presenten en la gala aberrantes devoradores de carne, serán únicamente degustadores de carne humana, no elefantiásica, y menos rosa. Eso no tranquiliza a UltimateY, quien venía alegre y contento cantando “Don't Stop Believing”, y con una camiseta que reza el lema “Nine forever”, en referencia a las tres ediciones de EntiAwards que lleva repitiendo puesto en la general, no al musical de Pé. ¿Será esta vez la vencida? ¿Quién sabe? De momento lo que tiene es a Nerea, una de nuestras debutantes del año, persiguiéndole, libreta moleskine en mano, para que le desvele cuál es su secreto. Cuál es el secreto para mantener esa estabilidad no mental durante años. UltimateY se pone sus gafas de sol cual Horatio Caine y hace caso omiso de sus peticiones. Eso es actitud. Uy, a Nerea no parece acabar de gustarle esa “actitud” y se abalanza sobre él de manera violenta. Acto que queda eclipsado por la electricidad que carga el ambiente, pues ya está aquí Él. El ex-dios nórdico del trueno, después de un largo tiempo de ausencia, ha vuelto. Con otro nombre, eso sí, ahora en su DNI nórdico figura el nombre de Panmios, pero la épica es la misma. Y más si va cargando al hombro con un radiocassette en el que suena “La Cabalgata de las Valkirias” a todo volumen. Las groupies del rubiales se lanzan a por él nada más pisa tierra, dejando vía libre para que el trío VIP de la noche/tarde/mañana/elmomentodeldíaenelqueestotranscurra haga su entrada triunfal. Con Gerard Butler ataviado con un conjunto negro y un mero kilt escocés abriendo paso, y Hugh Jackman caracterizado de chico de Oz cerrando el grupo, aparecen Dark Phoenix/Entiwoman, Entigirl y Entiman, con sus respectivas (y ajustadas) camisetas acreditativas, para dar a la fiesta comienzo de una vez. Entiman intenta echarle un par de guiños a Darfeni, pero Gerry, atento a lo que acontezca a su dama, no le quita ojo de encima. Intuimos velada tensa desde aquí, los exteriores del recinto.
Mientras esperamos que la gente tome asiento, si es que llegan de una pieza a él, y que los presentadores ocupen su lugar en el escenario, os dejamos con una pequeña pausa, la primera de la noche. Una pausa en la que os deleitaremos con una de esas joyas que tanto echáis de menos cada lunes en vuestro blog favorito. Ni la muchacha ni la canción necesitan presentación, sólo avisamos que puede herir sensibilidades si no se capta bien el emotivo, sentido y perroflauta homenaje que la pobre mujer realiza a un icono de la música que debe llevar años revolviéndose en su tumba. ¡En nada regresamos!
- Hola, hola, hola, probando, probando, un, dos, sssssí, ssssí. Vaya, parece que los micrófonos tiran bien, oye …
- Entiman, que ya estamos en el aire.
- Ah, perdona. No me había dado cuenta de que la canción había terminado ya. Estos tapones son realmente útiles, la verdad. ¿Dónde dices que los compraste?
- ¡Al lío!
Bienvenidos, queridos Entifans nuestros, a la sexta edición de los premios blogueros por excelencia de esta enloquecida y enloquecedora bitácora. Los Enti-Awards ya han llegado, después de más de un año de ausencia en los bits interneteros. Y llegan a lo grande, dispuestos a premiar a lo que más nos ha llamado la atención a lo largo y ancho del ya difunto 2010, 365 intensos días en los que hemos tenido tiempo de poner en orden nuestras ideas y gustos, para ofreceros los galardones que os merecéis. O incluso mejores. Nuevos premios, viejos conocidos, competidores debutantes … Todo esto os espera a la de ya. La noche la abre la más reciente Entidad, quien tendrá en sus cósmicas manos el primer premio de la ceremonia. El Enti-Award a mejor serie del 2010. ¿O es “Enti-Awards”? ¡Sácanos de dudas, Entiwoman!
En breves instantes os sacaré a todos de dudas, querido Entiman. Pero antes, permíteme que salude a todos los asistentes, en especial, a mi querido Gerry, que me está sonriendo y poniendo ojillos desde el palco VIP. Yo también te quiero, golosón.
- Oye…
- Entiman, el nudo de la corbata, por favor.
- Ah, vale, vale…
-Ante todo, seriedad y compostura. Hay que mantener la imagen, el glamour, el estilo, por el amor de Dios…
Bien. Como ha avanzado el señor Entiman en su presentación, en la presente edición de los Enti – Awards valoraremos las series de televisión en dos categorías: drama y comedia. Debo reconocer que esta innovación ha sido algo totalmente necesario, puesto que, a mi modo de ver, era totalmente injusto comparar, meter en el mismo saco a House y The Big Bang Theory; Mad Men y Castle; qué sé yo… Urgencias y Alf. Las categorías existen, señores, y están para bien, y no sólo para saber rápidamente a qué atenerse cuando hojeamos la cartelera en búsqueda de algo que nos entretenga en la aburrida tarde de domingo, sino también para comprobar que, en muchas ocasiones, los estándares de producción, decorados, localizaciones e incluso interpretación o guión asociados a un tipo de serie no garantizan un seguro de calidad o resultados favorables. O lo que es lo mismo, pequeños presupuestos dan lugar a grandes sit-coms de resultados memorables, y grandes superproducciones dramáticas se hunden con resultados poco favorables. Conclusión: ¡viva la disparidad de géneros, que nos da tantas alegrías!
- Menuda gafapastada se acaba de echar Entiwoman…
- Si empezamos así no creo que la gente aguante hasta llegar a mi parte de la gala…
- Mi parte no ocupa más de diez páginas, Entiman, así que mejor nos vamos callando… Y si esto es una gafapastada, tápate los oídos, que todavía no he terminado.
- Voy a por algodón.
-Te acompaño.
Y antes de entrar ya en el tema de los premios en sí, me vais a permitir una reflexión más. No, no intentéis escapar, porque como ya habréis imaginado, os retengo telepáticamente, mención aparte a las puertas selladas, pero vamos… a lo que iba. Estamos hablando de series, así que me voy a permitir mencionar a las que van a ser las olvidadas de la noche: las series de factura española. De verdad, existen. Estoy hablando en serio. Y no todas son malas.
No me pagan ninguna comisión, así que tranquilos, no voy a levantar ninguna pancarta ni voy a empezar a berrear que estamos matando la industria de la cultura española, porque no es cierto. Sobre todo, queridos lectores y lectoras de este blog, porque vosotros sois parte de quienes construyen la cultura en este país. Porque quienes dibujan, escriben o comparten sus opiniones por internet también son cultura, pero eso es otro cantar. Simplemente, me siento libre, ante todos vosotros, de poder defender la calidad de algunas de las producciones españolas. Creo que está de sobra decir, por lo que no entraré a debate sobre eso, que no voy a hablar de series del estilo de Física o Química, Felipe y Letizia o el final de Los Serrano.
Hasta hace relativamente poco, mis queridos entifans, las series que servidora veía eran básicamente, las que echaba la televisión de toda la vida en abierto, sobre todo, las de Telecinco en su buena época. Hagamos recuento: CSI Las Vegas, CSI Miami, El Comisario, Hospital Central, 7 Vidas, Aída, Motivos Personales, Médico de familia, Hermanas… Y claro, las que todos hemos visto chorrocientas veces: El Príncipe de Bel – Air, Los Simpson, Cosas de casa, etc. No había mucha posibilidad de elegir, es cierto: el lunes tal, el martes cual, el miércoles… Caía eso, lo veías, fin. Sin embargo, y con el TDT he podido comprobarlo en el caso de las que ya terminaron (y 7 Vidas es el mejor de ellos, por ella no pasan los años), las series españolas mantenían un nivel bastante alto. Ahora tenemos la gran suerte (aunque cuando enciendo la tele en casa de mi madre dudo de si es suerte o no, porque la programación… deja mucho que desear) de tener tropocientos canales, que recuperan series antiguas, hacen dibujetes (¡eh, en TV3 echan una de Iron Man!) y, tras pasar por un periodo en el que la producción nacional se redujo y dejó series como Aquí no hay quien viva o Los Serrano, vivimos un nuevo proceso en el que Antena 3 ha recogido el testigo de Telecinco como productora privada de series de televisión (las públicas nunca han dejado de hacerlo, véase si no a los Alcántara en TVE, que el pequeño cuando empezó no sabía ni leer y creo que ya ha sido desflorado y todo). Ahora, ¿es bueno todo lo que se hace? ¿Debemos tragarnos, per se, todo lo que sea español? Pues, obviamente, no. No todo es bueno, pero lo que sí es notable es el esfuerzo que se está haciendo no sólo por aumentar la producción, sino también por aumentar la calidad. Lógicamente, y todos sabemos dónde vivimos, hay que alimentar a todos los sectores de población, por lo que siempre habrá una serie de institutos o de bares o de las dos cosas. A mí lo que me entristece es el cerrilismo. Intentar charlar con tus amigos de “¿qué viste ayer? – pues vi “Los Protegidos” en Antena 3 y… - uf, no sigas, yo series españolas no veo, que no me gustan.” Y quedarse ahí. En el “no la veo porque no me gusta”. Sin embargo, no les gustan porque no las han visto (luego igual resulta que ven alguna y acaban enganchándose… a Física o Química. True story). Series como Águila Roja, Hispania, Amar en tiempos revueltos, La República (de próximo estreno en La 1), Doctor Mateo y mis dos ejemplos favoritos, La Chica de Ayer (emitida por Antena 3 entre abril y junio de 2009) y Los Protegidos muestran (entre muchas otras), independientemente de que la temática nos guste o no, la calidad que puede alcanzar la ficción española. ¿A dónde quiero llegar? Sencillamente, quiero animarnos, a todos nosotros, a ver más series producidas en España. De las cadenas generalistas, de las autonómicas, de la tele de vuestro pueblo… eso sí, de manera selectiva. No más Felipizia, por favor. Pillé el final en una reposición en el TDT y no podía creer que eso iba en serio. Durante 30 minutos. Todo no vale. Demostremos que es cierto que la ficción española tiene calidad, que es diferente de la de otros países, que no necesita copiar otros productos. Que los profesionales españoles también sabemos hacer televisión.
Y a continuación, os dejaré unos momentos de respiro para que recuperéis vuestras neuronas después de tanto rollo patriótico.
Un año más, aquí está Jimmy, vuestro reportero dicharachero, minimicrófono en mano para contaros cómo se desarrolla la entrada de las diversas celebridades en el recinto que acogerá tan magno y retrasado evento mundial. De la manita entran, para estrenar la alfombra roja, uno de nuestros clásicos, el peligroso/amistoso samurai Osukaru, acompañado por Lograi, uno de los Habituales clásicos del Blog de su Ilustrísima Marcianidad (quien ha confirmado a última hora que no asistirá a tan suntuosa entrega de premios, pero que vigilará desde lo alto, a lomos de su gorila nazi alado, para comprobar que todos sus pupilos se comporten). Siendo El Luciérnago nuevo en estas lides, Osukaru le explica detalladamente al oído los pormenores de la entrada al recinto, intentando no fijarse en su minúsculo manquini, y advirtiéndole de las apariciones que puedan darse de improvis... como la clásica entrada en escena de The Nobody, quien, envuelto en su característica sábana mugrienta y con restos de montadito, llega ídem a la chepa de un cada vez más calvo y enroscado este año en un luminoso y fosfi traje de Tron, John Locke. Ambos hacen su aparición envueltos en una densa bruma roja, sin percatarse de que se han aparecido justo encima del pobre Warrior, quien sólo pasaba por allí, sin montar show alguno. Los gritos de socorro del Entifan quedan completamente ahogados por los sonidos simiescos que provienen desde el aparcamiento, donde parece haber aparcado un estiloso plátanomóvil. La piel se abre, al igual que sus puertas estilo Delorean, y de su interior surge una manada de monos de toda clase y pelaje, espectáculo que deja en jaque a los aquí presentes. Los últimos gorilas en desembarcar portan a hombros al que parece ser su líder primate, el ex-flowtista que ahora toma el nombre de Guille Rancel. Mientras éstos entran en el suntuoso edificio que acogerá la demorada ceremonia, un pequeño tití se queda algo retrasado con respecto a sus compañeros simiescos, para lanzarle miraditas sensuales a los que vienen por detrás (con perdón), el veterano en estas lides y padrino bloguero, Chacal, y otro novato proveniente también de pastos más verdes, John Mismo. El Chacal se detiene un segundo para trapichear con una figura en sombras por unos supuestos pases de prensa, lo que deja a Mismo abandonado, a merced de un tití que busca mambo. Viva l'amour. La pareja huye despavorida a ocupar su hueco en el interior, seguidos de un Chacal que ya ha finiquitado sus negocios con el misterioso personaje que se acaba de descubrir como el cinéfago Mike Lee, siempre tan elegante luciendo su impecable e impoluto esmokin azul. ¡Santa Bárbara bendita, madre de San Agustín! Los paparazzi huyen despavoridos del lugar ante la espeluznante visión de unos Conner Kent y Pater zombificados, que amenazan, gesticulan y dan mordiscos al aire como si le hincaran el diente a carne fresca. El remate viene detrás, ya que aquí llega una Carolina Bensler cabalgando un pulpo rosa ávido de sangre, disparando perdigonazos en … ¡la leche! ¡En esta direcc...!
¿Ya? ¿Ya han entrado esos tres psicópatas a ocupar sus asientos? Buf, menos mal. Bien, Jimmy informando desde detrás de una seta, por lo que pueda pasar. Que uno no está asegurado contra estas cosas. Hablando de lo cual, un cohete acaba de aterrizar en medio de la alfombra. Al menos ha volatilizado las manchas de sangre. Y lo que quedaba de alfombra, claro. Las compuertas se abren y vemos descender a Entifans a los que se han echado mucho en falta durante estos 365. Ahí vemos caer rodando grácilmente a Kornikabrosalvaje; a Kike salir rodeado de tópicas suecas, a cual más rubia y bien formada; a Agustín pintado de arriba a abajo de albiceleste (asqueroso bodypainting, no deja nada a la imaginación); por último, las damiselas Getzsemane y Gaby embutidas en ligeros y semitransparentes conjuntos de seda, chorreando glamour por todos sus poros se ganan piropos de buen y mal gusto por parte del sector masculino de periodistas que ya comienza a regresar a sus puestos. Agarrado por su trompa a la puntita del cohete tintinesco se encuentra Merrick, quien grita desde lo alto que no bajará hasta que le confirmen la ausencia de caníbales en la fiesta bloguera. Para tranquilizarlo, el recién llegado Yogur Caducado, estrenando suntuoso código de barras y con la caducidad renovada, le berrea pidiéndole a nuestro paquidérmico que se calme, que en el caso hipotéticamente cierto de que se presenten en la gala aberrantes devoradores de carne, serán únicamente degustadores de carne humana, no elefantiásica, y menos rosa. Eso no tranquiliza a UltimateY, quien venía alegre y contento cantando “Don't Stop Believing”, y con una camiseta que reza el lema “Nine forever”, en referencia a las tres ediciones de EntiAwards que lleva repitiendo puesto en la general, no al musical de Pé. ¿Será esta vez la vencida? ¿Quién sabe? De momento lo que tiene es a Nerea, una de nuestras debutantes del año, persiguiéndole, libreta moleskine en mano, para que le desvele cuál es su secreto. Cuál es el secreto para mantener esa estabilidad no mental durante años. UltimateY se pone sus gafas de sol cual Horatio Caine y hace caso omiso de sus peticiones. Eso es actitud. Uy, a Nerea no parece acabar de gustarle esa “actitud” y se abalanza sobre él de manera violenta. Acto que queda eclipsado por la electricidad que carga el ambiente, pues ya está aquí Él. El ex-dios nórdico del trueno, después de un largo tiempo de ausencia, ha vuelto. Con otro nombre, eso sí, ahora en su DNI nórdico figura el nombre de Panmios, pero la épica es la misma. Y más si va cargando al hombro con un radiocassette en el que suena “La Cabalgata de las Valkirias” a todo volumen. Las groupies del rubiales se lanzan a por él nada más pisa tierra, dejando vía libre para que el trío VIP de la noche/tarde/mañana/elmomentodeldíaenelqueestotranscurra haga su entrada triunfal. Con Gerard Butler ataviado con un conjunto negro y un mero kilt escocés abriendo paso, y Hugh Jackman caracterizado de chico de Oz cerrando el grupo, aparecen Dark Phoenix/Entiwoman, Entigirl y Entiman, con sus respectivas (y ajustadas) camisetas acreditativas, para dar a la fiesta comienzo de una vez. Entiman intenta echarle un par de guiños a Darfeni, pero Gerry, atento a lo que acontezca a su dama, no le quita ojo de encima. Intuimos velada tensa desde aquí, los exteriores del recinto.
Mientras esperamos que la gente tome asiento, si es que llegan de una pieza a él, y que los presentadores ocupen su lugar en el escenario, os dejamos con una pequeña pausa, la primera de la noche. Una pausa en la que os deleitaremos con una de esas joyas que tanto echáis de menos cada lunes en vuestro blog favorito. Ni la muchacha ni la canción necesitan presentación, sólo avisamos que puede herir sensibilidades si no se capta bien el emotivo, sentido y perroflauta homenaje que la pobre mujer realiza a un icono de la música que debe llevar años revolviéndose en su tumba. ¡En nada regresamos!
- Hola, hola, hola, probando, probando, un, dos, sssssí, ssssí. Vaya, parece que los micrófonos tiran bien, oye …
- Entiman, que ya estamos en el aire.
- Ah, perdona. No me había dado cuenta de que la canción había terminado ya. Estos tapones son realmente útiles, la verdad. ¿Dónde dices que los compraste?
- ¡Al lío!
Bienvenidos, queridos Entifans nuestros, a la sexta edición de los premios blogueros por excelencia de esta enloquecida y enloquecedora bitácora. Los Enti-Awards ya han llegado, después de más de un año de ausencia en los bits interneteros. Y llegan a lo grande, dispuestos a premiar a lo que más nos ha llamado la atención a lo largo y ancho del ya difunto 2010, 365 intensos días en los que hemos tenido tiempo de poner en orden nuestras ideas y gustos, para ofreceros los galardones que os merecéis. O incluso mejores. Nuevos premios, viejos conocidos, competidores debutantes … Todo esto os espera a la de ya. La noche la abre la más reciente Entidad, quien tendrá en sus cósmicas manos el primer premio de la ceremonia. El Enti-Award a mejor serie del 2010. ¿O es “Enti-Awards”? ¡Sácanos de dudas, Entiwoman!
En breves instantes os sacaré a todos de dudas, querido Entiman. Pero antes, permíteme que salude a todos los asistentes, en especial, a mi querido Gerry, que me está sonriendo y poniendo ojillos desde el palco VIP. Yo también te quiero, golosón.
- Oye…
- Entiman, el nudo de la corbata, por favor.
- Ah, vale, vale…
-Ante todo, seriedad y compostura. Hay que mantener la imagen, el glamour, el estilo, por el amor de Dios…
Bien. Como ha avanzado el señor Entiman en su presentación, en la presente edición de los Enti – Awards valoraremos las series de televisión en dos categorías: drama y comedia. Debo reconocer que esta innovación ha sido algo totalmente necesario, puesto que, a mi modo de ver, era totalmente injusto comparar, meter en el mismo saco a House y The Big Bang Theory; Mad Men y Castle; qué sé yo… Urgencias y Alf. Las categorías existen, señores, y están para bien, y no sólo para saber rápidamente a qué atenerse cuando hojeamos la cartelera en búsqueda de algo que nos entretenga en la aburrida tarde de domingo, sino también para comprobar que, en muchas ocasiones, los estándares de producción, decorados, localizaciones e incluso interpretación o guión asociados a un tipo de serie no garantizan un seguro de calidad o resultados favorables. O lo que es lo mismo, pequeños presupuestos dan lugar a grandes sit-coms de resultados memorables, y grandes superproducciones dramáticas se hunden con resultados poco favorables. Conclusión: ¡viva la disparidad de géneros, que nos da tantas alegrías!
- Menuda gafapastada se acaba de echar Entiwoman…
- Si empezamos así no creo que la gente aguante hasta llegar a mi parte de la gala…
- Mi parte no ocupa más de diez páginas, Entiman, así que mejor nos vamos callando… Y si esto es una gafapastada, tápate los oídos, que todavía no he terminado.
- Voy a por algodón.
-Te acompaño.
Y antes de entrar ya en el tema de los premios en sí, me vais a permitir una reflexión más. No, no intentéis escapar, porque como ya habréis imaginado, os retengo telepáticamente, mención aparte a las puertas selladas, pero vamos… a lo que iba. Estamos hablando de series, así que me voy a permitir mencionar a las que van a ser las olvidadas de la noche: las series de factura española. De verdad, existen. Estoy hablando en serio. Y no todas son malas.
No me pagan ninguna comisión, así que tranquilos, no voy a levantar ninguna pancarta ni voy a empezar a berrear que estamos matando la industria de la cultura española, porque no es cierto. Sobre todo, queridos lectores y lectoras de este blog, porque vosotros sois parte de quienes construyen la cultura en este país. Porque quienes dibujan, escriben o comparten sus opiniones por internet también son cultura, pero eso es otro cantar. Simplemente, me siento libre, ante todos vosotros, de poder defender la calidad de algunas de las producciones españolas. Creo que está de sobra decir, por lo que no entraré a debate sobre eso, que no voy a hablar de series del estilo de Física o Química, Felipe y Letizia o el final de Los Serrano.
Hasta hace relativamente poco, mis queridos entifans, las series que servidora veía eran básicamente, las que echaba la televisión de toda la vida en abierto, sobre todo, las de Telecinco en su buena época. Hagamos recuento: CSI Las Vegas, CSI Miami, El Comisario, Hospital Central, 7 Vidas, Aída, Motivos Personales, Médico de familia, Hermanas… Y claro, las que todos hemos visto chorrocientas veces: El Príncipe de Bel – Air, Los Simpson, Cosas de casa, etc. No había mucha posibilidad de elegir, es cierto: el lunes tal, el martes cual, el miércoles… Caía eso, lo veías, fin. Sin embargo, y con el TDT he podido comprobarlo en el caso de las que ya terminaron (y 7 Vidas es el mejor de ellos, por ella no pasan los años), las series españolas mantenían un nivel bastante alto. Ahora tenemos la gran suerte (aunque cuando enciendo la tele en casa de mi madre dudo de si es suerte o no, porque la programación… deja mucho que desear) de tener tropocientos canales, que recuperan series antiguas, hacen dibujetes (¡eh, en TV3 echan una de Iron Man!) y, tras pasar por un periodo en el que la producción nacional se redujo y dejó series como Aquí no hay quien viva o Los Serrano, vivimos un nuevo proceso en el que Antena 3 ha recogido el testigo de Telecinco como productora privada de series de televisión (las públicas nunca han dejado de hacerlo, véase si no a los Alcántara en TVE, que el pequeño cuando empezó no sabía ni leer y creo que ya ha sido desflorado y todo). Ahora, ¿es bueno todo lo que se hace? ¿Debemos tragarnos, per se, todo lo que sea español? Pues, obviamente, no. No todo es bueno, pero lo que sí es notable es el esfuerzo que se está haciendo no sólo por aumentar la producción, sino también por aumentar la calidad. Lógicamente, y todos sabemos dónde vivimos, hay que alimentar a todos los sectores de población, por lo que siempre habrá una serie de institutos o de bares o de las dos cosas. A mí lo que me entristece es el cerrilismo. Intentar charlar con tus amigos de “¿qué viste ayer? – pues vi “Los Protegidos” en Antena 3 y… - uf, no sigas, yo series españolas no veo, que no me gustan.” Y quedarse ahí. En el “no la veo porque no me gusta”. Sin embargo, no les gustan porque no las han visto (luego igual resulta que ven alguna y acaban enganchándose… a Física o Química. True story). Series como Águila Roja, Hispania, Amar en tiempos revueltos, La República (de próximo estreno en La 1), Doctor Mateo y mis dos ejemplos favoritos, La Chica de Ayer (emitida por Antena 3 entre abril y junio de 2009) y Los Protegidos muestran (entre muchas otras), independientemente de que la temática nos guste o no, la calidad que puede alcanzar la ficción española. ¿A dónde quiero llegar? Sencillamente, quiero animarnos, a todos nosotros, a ver más series producidas en España. De las cadenas generalistas, de las autonómicas, de la tele de vuestro pueblo… eso sí, de manera selectiva. No más Felipizia, por favor. Pillé el final en una reposición en el TDT y no podía creer que eso iba en serio. Durante 30 minutos. Todo no vale. Demostremos que es cierto que la ficción española tiene calidad, que es diferente de la de otros países, que no necesita copiar otros productos. Que los profesionales españoles también sabemos hacer televisión.
Y a continuación, os dejaré unos momentos de respiro para que recuperéis vuestras neuronas después de tanto rollo patriótico.
Ahora sí, ha llegado el momento de conocer a los premiados. Como he dicho anteriormente, en esta edición de los Enti – Awards las series han sido valoradas en dos categorías: Mejor Serie de Comedia y Mejor Serie Dramática.
Debo decir que, en los últimos seis meses (básicamente desde que Entiman y yo vivimos juntos), me he puesto al día con series que llevaba mucho tiempo queriendo ver. De esta manera, en el año 2010 no sólo he seguido las series que normalmente ya veía en televisión, sino que también he visto del tirón temporadas enteras de series que tenía sin empezar. Pero eso sí, os aviso desde ya que entre ellas no se encuentra Perdidos, que sigue esperando su momento. Así, por las pantallas del Entipiso han pasado series de lo más variopinto, como comentaré en cada una de las secciones.
Antes de que conozcáis a los premiados, os informo que las valoraciones sobre las series se han hecho exclusivamente sobre aquellas que hemos visto, lo que significa que es posible que alguna quede fuera de la selección entidosa, pero no sería honesto por nuestra parte incluirla si no ha pasado por nuestras prestigiosas retinas primero.
Paso ya a dar a conocer a los candidatos al premio a la Mejor Serie Dramática:
Y los nominados son:
- House
- Dexter
- CSI Las Vegas
Tres series de gran factura que han sabido mantener a lo largo de su trayectoria en televisión un alto nivel de calidad, tanto a nivel de guión como en las tramas y, cómo no, en la interpretación. Es por esto que me veo más que obligada a hacer un reconocimiento especial también a los mejores actor y actriz de drama, que en este caso va a ir a parar en manos de la actual pareja de ficción Hugh Laurie y Lisa Edelstein, que como ya sabéis dan vida a nuestro siempre entrañable y cascarrabias Dr. House y a la Dra. Cuddy. ¡Un fuerte aplauso para ellos!
Ahora sí, vamos a conocer al ganador del Enti – Award a la Mejor Serie Dramática. Y el premio va para… ¡Dexter! Nuestro asesino de criminales favorito ha conseguido por fin su Enti – Award, tras resistírsele en ediciones anteriores. Gran serie de tramas muy cuidadas y personajes muy elaborados, tanto los “buenos” como los “malos”; cuyas cuatro primeras temporadas me he tragado en aproximadamente tres meses y cuyos finales me han dejado algunos sueños un tanto traumáticos. Esperemos que en las siguientes temporadas siga manteniendo un nivel tan alto como el demostrado hasta el momento. ¡Enhorabuena a Michael C. Hall y compañía!
Debo decir que, en los últimos seis meses (básicamente desde que Entiman y yo vivimos juntos), me he puesto al día con series que llevaba mucho tiempo queriendo ver. De esta manera, en el año 2010 no sólo he seguido las series que normalmente ya veía en televisión, sino que también he visto del tirón temporadas enteras de series que tenía sin empezar. Pero eso sí, os aviso desde ya que entre ellas no se encuentra Perdidos, que sigue esperando su momento. Así, por las pantallas del Entipiso han pasado series de lo más variopinto, como comentaré en cada una de las secciones.
Antes de que conozcáis a los premiados, os informo que las valoraciones sobre las series se han hecho exclusivamente sobre aquellas que hemos visto, lo que significa que es posible que alguna quede fuera de la selección entidosa, pero no sería honesto por nuestra parte incluirla si no ha pasado por nuestras prestigiosas retinas primero.
Paso ya a dar a conocer a los candidatos al premio a la Mejor Serie Dramática:
Y los nominados son:
- House
- Dexter
- CSI Las Vegas
Tres series de gran factura que han sabido mantener a lo largo de su trayectoria en televisión un alto nivel de calidad, tanto a nivel de guión como en las tramas y, cómo no, en la interpretación. Es por esto que me veo más que obligada a hacer un reconocimiento especial también a los mejores actor y actriz de drama, que en este caso va a ir a parar en manos de la actual pareja de ficción Hugh Laurie y Lisa Edelstein, que como ya sabéis dan vida a nuestro siempre entrañable y cascarrabias Dr. House y a la Dra. Cuddy. ¡Un fuerte aplauso para ellos!
Ahora sí, vamos a conocer al ganador del Enti – Award a la Mejor Serie Dramática. Y el premio va para… ¡Dexter! Nuestro asesino de criminales favorito ha conseguido por fin su Enti – Award, tras resistírsele en ediciones anteriores. Gran serie de tramas muy cuidadas y personajes muy elaborados, tanto los “buenos” como los “malos”; cuyas cuatro primeras temporadas me he tragado en aproximadamente tres meses y cuyos finales me han dejado algunos sueños un tanto traumáticos. Esperemos que en las siguientes temporadas siga manteniendo un nivel tan alto como el demostrado hasta el momento. ¡Enhorabuena a Michael C. Hall y compañía!
Y pasamos ya a la segunda categoría, Mejor Serie de Comedia. Reconozco que son más las series que hemos visto de esta categoría, por lo que la elección de los nominados ha sido mucho más difícil.
Los candidatos al Enti – Award a la Mejor Serie de Comedia son:
- Glee
- Cómo conocí a vuestra madre
- The Big Bang Theory
Glee es la debutante de este año, en el que ha entrado pisando fuerte, enfrentándose a dos veteranas de la categoría y antiguas adversarias, acostumbradas ya a vérselas en similares circunstancias, intérpretes incluidos. La comedia, género en alza y siempre difícil de llevar a buen término, tiene en estas tres series tres ejemplos de buenos guiones, buenas dosis de surrealismo y un muy buen trabajo de desarrollo de personajes. En este caso, y al igual que he hecho en la categoría anterior, me gustaría hacer una nueva mención a los mejores actor y actriz de comedia, cuya elección no ha sido nada fácil. La mejor intérprete femenina de comedia ha sido, sin lugar a dudas, Jane Lynch y su inseparable chándal, por dar voz y mala leche a la inimitable Sue Sylvester, de Glee. Como intérprete masculino, quiero otorgar una más que meritoria Mención de honor para el jovencillo Chris Colfer, que interpreta al estupendísimo Kurt Hummel en Glee. Y finalmente el mejor actor de comedia ha sido este año Neil Patrick Harris, por su doble interpretación como Barney Stinson en Cómo conocí a vuestra madre y su EPIC cameo en Glee como Bryan Ryan, en el que nos deleitó con este dúo con Matthew Morrison:
Ahora ya, el momento de la verdad… El Enti – Award a la Mejor Serie de Comedia es para… ¡Glee! Una comedia musical con un reparto de lo más variopinto y que ha sido una de las sorpresas del año 2010, en gran parte gracias a la indudable calidad de su reparto, a unos guiones refrescantes y a una selección musical de los más variada (dejando el capítulo sobre Madonna aparte, que fue un bodrio). A destacar sobre todo la calidad vocal de la mayoría de sus intérpretes, no sólo en los más adultos sino también en los más jóvenes, donde brillan con luz propia Lea Michele, Chris Colfer y Amber Riley (Rachel, Kurt y Mercedes, respectivamente). Matthew Morrison, como el profesor Will Schuester , encabeza un reparto de “adultos” en el que los papeles femeninos sobresalen del resto. Así, Jane Lynch (la entrenadora Sue Sylvester), Jayma Mays (Emma, la consejera del Instituto), y Jessalyn Gilsig (Terri, la esposa de Will) forman parte del elenco de personajes femeninos fijos en la serie, a las que se unen otras dos de menor protagonismo pero capaces de robar la mirada en el momento aparecen en pantalla: Idina Menzel (Shelby Corcoran, directora del coro rival de Glee) y Kristin Chenoweth (April Rhodes, antigua alumna y miembro de Glee), quienes, junto con el mismo Morrison y Neil Patrick Harris, provienen de Broadway, dotando así a la serie de una calidad vocal innegable.
¡Ea, ya he terminado con lo mío! ¡Prepárame un mojito, cariño, que ya voy!
- ¡Enseguid…!
- ¡Por supuest…!
- Igual… igual lo mejor es que sigas tú, Entigirl, mientras yo… yo me arreglo con estos dos, que igual un día acaban destrozando el acuerdo de convivencia pacífica que tenemos…
Ciao a tutti!! Ahora vamos con las categorías de música. Este año hemos decidido modificar un poco las menciones a los álbumes que más nos han gustado. Porque a veces no basta solo con que un grupo o un cantante sean buenos, tenemos que no ser tan cabezotas y pararnos a escucharlos. Por eso, en este caso, he realizado una clasificación atendiendo a la atención que hemos prestado este año a los diferentes artistas que componen nuestra lista y, a partir de esta, nos hemos autocalificado. Aún así, las reglas no han cambiado tanto. Sólo uno (cantante o grupo) se llevará el Entiaward a Mejor Álbum del Año.
Empecemos por aquellos a los que no hemos hecho todo el caso que debiéramos estos últimos meses, principalmente porque, para oírlos mal o a medias, preferimos esperar. Nos autosuspendemos como castigo a nuestra poca atención a:
Brandon Flowers, vocalista de The Killers que con su primer disco en solitario, Flamingo, ha conseguido reunir en un mismo álbum una amalgama de géneros, con su amada Las Vegas como punto de partida. Que conste que una defectuosa (por no decir vergonzosa) conexión a Internet nos ha conseguido separar, pero solo temporalmente.
En este mismo caso se encuentra Hands all Over de Maroon 5. Aunque los dos primeros singles, “Misery” y “Give a little more”, suenan bastante apetecibles, aún se encuentran en nuestra lista de asignaturas pendientes para este 2011.
Dead Man Bones’. Sinceramente, no sé cómo explicar el hecho de que aún no haya terminado de oír un álbum en el que canta este hombre:
Los candidatos al Enti – Award a la Mejor Serie de Comedia son:
- Glee
- Cómo conocí a vuestra madre
- The Big Bang Theory
Glee es la debutante de este año, en el que ha entrado pisando fuerte, enfrentándose a dos veteranas de la categoría y antiguas adversarias, acostumbradas ya a vérselas en similares circunstancias, intérpretes incluidos. La comedia, género en alza y siempre difícil de llevar a buen término, tiene en estas tres series tres ejemplos de buenos guiones, buenas dosis de surrealismo y un muy buen trabajo de desarrollo de personajes. En este caso, y al igual que he hecho en la categoría anterior, me gustaría hacer una nueva mención a los mejores actor y actriz de comedia, cuya elección no ha sido nada fácil. La mejor intérprete femenina de comedia ha sido, sin lugar a dudas, Jane Lynch y su inseparable chándal, por dar voz y mala leche a la inimitable Sue Sylvester, de Glee. Como intérprete masculino, quiero otorgar una más que meritoria Mención de honor para el jovencillo Chris Colfer, que interpreta al estupendísimo Kurt Hummel en Glee. Y finalmente el mejor actor de comedia ha sido este año Neil Patrick Harris, por su doble interpretación como Barney Stinson en Cómo conocí a vuestra madre y su EPIC cameo en Glee como Bryan Ryan, en el que nos deleitó con este dúo con Matthew Morrison:
Ahora ya, el momento de la verdad… El Enti – Award a la Mejor Serie de Comedia es para… ¡Glee! Una comedia musical con un reparto de lo más variopinto y que ha sido una de las sorpresas del año 2010, en gran parte gracias a la indudable calidad de su reparto, a unos guiones refrescantes y a una selección musical de los más variada (dejando el capítulo sobre Madonna aparte, que fue un bodrio). A destacar sobre todo la calidad vocal de la mayoría de sus intérpretes, no sólo en los más adultos sino también en los más jóvenes, donde brillan con luz propia Lea Michele, Chris Colfer y Amber Riley (Rachel, Kurt y Mercedes, respectivamente). Matthew Morrison, como el profesor Will Schuester , encabeza un reparto de “adultos” en el que los papeles femeninos sobresalen del resto. Así, Jane Lynch (la entrenadora Sue Sylvester), Jayma Mays (Emma, la consejera del Instituto), y Jessalyn Gilsig (Terri, la esposa de Will) forman parte del elenco de personajes femeninos fijos en la serie, a las que se unen otras dos de menor protagonismo pero capaces de robar la mirada en el momento aparecen en pantalla: Idina Menzel (Shelby Corcoran, directora del coro rival de Glee) y Kristin Chenoweth (April Rhodes, antigua alumna y miembro de Glee), quienes, junto con el mismo Morrison y Neil Patrick Harris, provienen de Broadway, dotando así a la serie de una calidad vocal innegable.
¡Ea, ya he terminado con lo mío! ¡Prepárame un mojito, cariño, que ya voy!
- ¡Enseguid…!
- ¡Por supuest…!
- Igual… igual lo mejor es que sigas tú, Entigirl, mientras yo… yo me arreglo con estos dos, que igual un día acaban destrozando el acuerdo de convivencia pacífica que tenemos…
Ciao a tutti!! Ahora vamos con las categorías de música. Este año hemos decidido modificar un poco las menciones a los álbumes que más nos han gustado. Porque a veces no basta solo con que un grupo o un cantante sean buenos, tenemos que no ser tan cabezotas y pararnos a escucharlos. Por eso, en este caso, he realizado una clasificación atendiendo a la atención que hemos prestado este año a los diferentes artistas que componen nuestra lista y, a partir de esta, nos hemos autocalificado. Aún así, las reglas no han cambiado tanto. Sólo uno (cantante o grupo) se llevará el Entiaward a Mejor Álbum del Año.
Empecemos por aquellos a los que no hemos hecho todo el caso que debiéramos estos últimos meses, principalmente porque, para oírlos mal o a medias, preferimos esperar. Nos autosuspendemos como castigo a nuestra poca atención a:
Brandon Flowers, vocalista de The Killers que con su primer disco en solitario, Flamingo, ha conseguido reunir en un mismo álbum una amalgama de géneros, con su amada Las Vegas como punto de partida. Que conste que una defectuosa (por no decir vergonzosa) conexión a Internet nos ha conseguido separar, pero solo temporalmente.
En este mismo caso se encuentra Hands all Over de Maroon 5. Aunque los dos primeros singles, “Misery” y “Give a little more”, suenan bastante apetecibles, aún se encuentran en nuestra lista de asignaturas pendientes para este 2011.
Dead Man Bones’. Sinceramente, no sé cómo explicar el hecho de que aún no haya terminado de oír un álbum en el que canta este hombre:
A continuación, pasamos a una categoría un poco más favorecida. Este año hemos intentado seguir conociendo grupos nuevos. Una cosa curiosa es que generalmente los que nos acaban gustando resultan ser los más raritos de su clan. Un aprobado que nos merecemos por:
The Whigs, banda procedente de Georgia (EEUU), con un nombre imposible de memorizar para una servidora, lo cual tampoco debería sorprender a nuestro público, que ha actuado como telonera de Kings of Leon en su gira por los escenarios europeos este año. Ah, no temáis por los Followil, están esperando en el bar a que los llamemos en un ratito. Como iba diciendo, se trata de un grupo que aunque está en los escenarios desde 2002, no ha sido hasta 2010 cuando ha conseguido cobrar más protagonismo en la esfera musical mundial. Su estilo de rock, ligeramente caótico, ha sido alabado por revistas como Rolling Stone, Spin o Esquire. Su último álbum se titula In the Dark y os recomendamos que antes de oírlo al completo, vayáis a Youtube y decidáis, pues no es un estilo muy suave, por así decirlo.
She & Him. Sí, es la banda compuesta por Zooey Deschanel y, (sí, son dos) M. Ward. Si bien es cierto que sabía de su existencia, fue a partir de este vídeo, dirigido por Marc Webb y con Joseph Gordon-Levitt (¡bailando!) cuando me decidí a escuchar algo más de una de las bandas “indies” por definición:
The Whigs, banda procedente de Georgia (EEUU), con un nombre imposible de memorizar para una servidora, lo cual tampoco debería sorprender a nuestro público, que ha actuado como telonera de Kings of Leon en su gira por los escenarios europeos este año. Ah, no temáis por los Followil, están esperando en el bar a que los llamemos en un ratito. Como iba diciendo, se trata de un grupo que aunque está en los escenarios desde 2002, no ha sido hasta 2010 cuando ha conseguido cobrar más protagonismo en la esfera musical mundial. Su estilo de rock, ligeramente caótico, ha sido alabado por revistas como Rolling Stone, Spin o Esquire. Su último álbum se titula In the Dark y os recomendamos que antes de oírlo al completo, vayáis a Youtube y decidáis, pues no es un estilo muy suave, por así decirlo.
She & Him. Sí, es la banda compuesta por Zooey Deschanel y, (sí, son dos) M. Ward. Si bien es cierto que sabía de su existencia, fue a partir de este vídeo, dirigido por Marc Webb y con Joseph Gordon-Levitt (¡bailando!) cuando me decidí a escuchar algo más de una de las bandas “indies” por definición:
Aunque obviamente resultan bastante más suave que los anteriores, su sonido sencillo no llega a dulcificar tanto como para cansar. Aun así, a falta de unas cuantas escuchas más, me convencen más en pequeñas dosis.
Best Coast. No recuerdo muy bien si fue en una de las listas de recomendaciones que se publican a finales de año o por encontrarlos entre los favoritos de algún cantante, pero lo cierto es que en un par de meses este grupo se ha infiltrado de manera recurrente en nuestra cabeza. Formado por Bethany Cosentino, Bobb Bruno y Ali Koehler, presentan un sonido surf-pop-rock que suena a otra época, otro lugar y otra estación del año. Si bien es cierto que pueden resultar un poco repetitivos debido a la falta de variación en muchas de sus melodías, es innegable que canciones como “Boyfriend” o “When I’m with you” nos hacen desear que llegue ya el verano.
Y cerrando este bloque de aprobados encontramos a Eliza Doolittle. ¿Que no sabéis quién es? Eso es porque no os habéis pasado por Italia. Obsesionados están con la señorita:
Best Coast. No recuerdo muy bien si fue en una de las listas de recomendaciones que se publican a finales de año o por encontrarlos entre los favoritos de algún cantante, pero lo cierto es que en un par de meses este grupo se ha infiltrado de manera recurrente en nuestra cabeza. Formado por Bethany Cosentino, Bobb Bruno y Ali Koehler, presentan un sonido surf-pop-rock que suena a otra época, otro lugar y otra estación del año. Si bien es cierto que pueden resultar un poco repetitivos debido a la falta de variación en muchas de sus melodías, es innegable que canciones como “Boyfriend” o “When I’m with you” nos hacen desear que llegue ya el verano.
Y cerrando este bloque de aprobados encontramos a Eliza Doolittle. ¿Que no sabéis quién es? Eso es porque no os habéis pasado por Italia. Obsesionados están con la señorita:
Y con buen rollito llegamos al bloque de los notables. Aquí hemos incluido los grupos, o cantantes, que creemos que en breve podrían promocionar en nuestra lista, dependiendo de cómo avancen nuestras arduas investigaciones.
Band of Horses. Infinite Arms es un discazo, y punto. Con un primer tema que nos mete de lleno en el estilo de la banda, las canciones se suceden como una única armonía. Aún así, algunas canciones sobresalen a otras, como la que da título al álbum, “Infinite Arms”, o “For Annabelle”. Servidora tiene pesadillas últimamente de pensar que en breve darán un concierto por tierras boloñesas al que no podrá ir… Altamente recomendables, estamos en proceso de escuchar sus trabajos anteriores.
Band of Horses. Infinite Arms es un discazo, y punto. Con un primer tema que nos mete de lleno en el estilo de la banda, las canciones se suceden como una única armonía. Aún así, algunas canciones sobresalen a otras, como la que da título al álbum, “Infinite Arms”, o “For Annabelle”. Servidora tiene pesadillas últimamente de pensar que en breve darán un concierto por tierras boloñesas al que no podrá ir… Altamente recomendables, estamos en proceso de escuchar sus trabajos anteriores.
Plan B. La historia de un cantante de rap, actor y director que lanza un disco de soul. Porque sí, aunque muchos hayamos dado con él por su último álbum, The Defamation of Strickland Banks, Benjamin Paul Ballance-Drew (sí, bonito nombre tiene el chaval) lleva ya un notable recorrido en la industria musical. Su álbum de debut, Who Needs Actions When You Got Words, le granjeó un notable éxito en el Reino Unido, pero es el single “Stay to Long” el que le ha llevado a un nuevo público, atraído por la mezcla de soul y hip-hop que introduce en muchos de sus temas. Anonadados nos quedamos al saber que hace poco actuó junto a Elton John cantando a dúo "I Guess That's Why They Call It the Blue” y de que en breve saldrá un nuevo álbum, The Ballad of Belmarsh, en el que retoma sus raíces hip-hop.
¿No le conocéis aún? ¿Qué me decís de este anuncio?
Y el último en nuestra lista “en construcción” es Ray Lamontagne. Para ser sinceros, lo cierto es que este cantante de folk-blues americano, con pinta de vagabundo y voz rasposa e increíblemente similar en ocasiones a la del inglés James Morrison (curioso que fuera justamente unas declaraciones de este último las que nos llevaran a darle una oportunidad) lleva más que ningún otro en nuestro apartado de pendientes. Porque cualquiera que haya oído Gossip in the Grain, su último álbum en solitario, puede prever que sus otros trabajos sean, al menos, interesantes. Desde temazos que nos llevan a la America más profunda, como “Hey Me, Hey Mama” o “You Are the Best Thing” a otros de lo más intimista, como “Let It Be Me”, el álbum merece no una, sino varias escuchas. Su último trabajo, y primero como colaboración, God Willin' and the Creek Don't Rise, está acreditado a Ray LaMontagne and the Pariah Dogs y fue publicado en 2010. Tardando estamos.
¿No le conocéis aún? ¿Qué me decís de este anuncio?
Y el último en nuestra lista “en construcción” es Ray Lamontagne. Para ser sinceros, lo cierto es que este cantante de folk-blues americano, con pinta de vagabundo y voz rasposa e increíblemente similar en ocasiones a la del inglés James Morrison (curioso que fuera justamente unas declaraciones de este último las que nos llevaran a darle una oportunidad) lleva más que ningún otro en nuestro apartado de pendientes. Porque cualquiera que haya oído Gossip in the Grain, su último álbum en solitario, puede prever que sus otros trabajos sean, al menos, interesantes. Desde temazos que nos llevan a la America más profunda, como “Hey Me, Hey Mama” o “You Are the Best Thing” a otros de lo más intimista, como “Let It Be Me”, el álbum merece no una, sino varias escuchas. Su último trabajo, y primero como colaboración, God Willin' and the Creek Don't Rise, está acreditado a Ray LaMontagne and the Pariah Dogs y fue publicado en 2010. Tardando estamos.
Y vamos con los platos fuertes. Azafatas, por favor, vayan llamando a los que la están armando en el bar, que es su turno.
En primer lugar, tenemos aquí a la inmensa Florence Welch, de Florence + The Machine, envuelta en un precioso vestido. No, por favor querida, no traigas el arpa, que el escenario es pequeño y la liamos. A lo que íbamos. Lungs, un álbum publicado en 2009, ha sido el debut y también el trampolín hacia el éxito de esta banda, grupo, colaboración o como quiera que se definan, que actualmente se encuentra realizando su primera promoción por EEUU. "Dog Days Are Over", "Rabbit Heart (Raise It Up)" o “My Boy Builds Coffins” (BEST TITTLE EVER) son perfectos para ejemplificar la calidad vocal e instrumental de este grupo, aunque fue éste el tema con el que nos conquistaron:
Y parece que los americanos también están cayendo…
Justo detrás aparece ya el grupo de coleguitas. ¿A quién se le ocurrió la genial idea de meter en un mismo bar a The Black Keys, Jessie Baylin, The Features y Kings of Leon? ¿No habrás sido tú, Entiman, verdad? Así no va a haber quien los controle ahora… Sí, Caleb, descuida, tú sigue con tu whisky que aún no os toca. A ver, por favor, recibamos a Dan Auerbach y Patrick Carney, integrantes de The Black Keys. Artistas del Año para Spin Magazine, el segundo mejor disco del año para la Rolling Stone, destacados en el resumen anual de la revista Time y nominados a cuatro Grammys, este dúo de rock-blues sacó en 2010 su sexto álbum de estudio, Brothers. “Tighten Up” y “Everlasting Light” fueron sus primeros singles. En estos se evidencia una vuelta a los orígenes del grupo, con un protagonismo absoluto de los solos de guitarra y la batería, así como el marcado acento que este grupo de Ohio otorga a sus temas mediante métodos de grabación de baja fidelidad. Cabe reseñar, asimismo, la habitual presencia de versiones de otros cantantes o grupos en sus discos. En esta ocasión, nos encontramos con “Never Gona Give You Up”, tema compuesto por Jerry Butler en los años 60. Sin embargo, visto el estado en el que se encuentran ahora mismo, creo que es más seguro dejaros con su tema instrumental, que, by the way, es insuperable.
Seguimos con Jessie Bailyn. Cantautora americana con un estilo cercano al folk y al jazz, que deja entrever las influencias que recibe tanto de su ciudad de origen, New Jersey, como de la zona en la que se ha establecido actualmente, Nashville. Tras un primer álbum con el que ella misma reconoció no sentirse del todo identificada, esta amiga de la infancia de Scarlett Johansson publicó en 2008 Firesight, con el que ha conseguido llegar a un público más amplio. Actualmente se encuentra en pleno proceso de producción de su próximo álbum.
Ahora, por favor Jessie, puedes pedirle a tu marido Nathan que suba al escenario con el resto de la tropa Followill. Sí, y de paso quítale la copa.
Y la Matrícula de Honor la recibimos por… (sí, es nuestro blog y nos auto damos Matrículas de Honor, ¿qué pasa?) la asistencia a nuestro primer concierto de un grupo internacional. Bologna, 3 de diciembre de 2010. Concierto de Kings of Leon, como parte de su gira europea de presentación de su nuevo trabajo, Come Around Sundown, ... ¡flamante Entiaward al Mejor Álbum del Año! Entigirl por tierras italianas, acompañada de una amiga, pasan un día de penurias hasta conseguir llegar al concierto. Móvil de por medio, Entiman asiste también a parte del recital. Entigirl afónica y pobre tras pasar por la tienda de merchandising. Prácticamente dos horas de concierto y una Entidad al borde de la catarsis. Nuff said.
Y ahí estaba Entigirl, dejándose la voz como si no hubiera un mañana…
Quinto álbum de estudio ya para la banda de Tenessee, pero primero en el que tienen que lidiar con un público tan vasto y variopinto como el adquirido tras su último trabajo, Only By The Night. Aún con temas que presentan un estilo similar al introducido en el álbum anterior, como “The End” (que abre el disco), “Pony Up” o “The Inmortals”, también es posible encontrar otras canciones en las que los integrantes de Kings of Leon han retomado el toque gamberro de los inicios, como “Mi Amigo” o “Mary”. Y, ¿quién se resiste a Mary empezando así?
No obstante, en el álbum también nos topamos con sonidos que beben del más puro country, como “Back Down South” o “Pickup Truck”, o un estilo más “beachy” (lo dijiste tú, Nathan, así que no me mires con esa cara), en “Beach Side”. Pero lo que más nos gusta es que en esta convergencia de estilos hayan dado cabida a nuevos sonidos (el saxofón al final de “Mary” es apoteósico) sin dejar de lado los habituales coros del grupo, presentes en temas como en “No Money” o Back Down South”. Ah, es verdad (gracias por el apunte Caleb) y esa guitarra al comienzo de su primer single, “Radioactive”…
Y vosotros, The Features, no os acopléis a la fiesta, que aquí nos tenéis esperando un nuevo álbum. Su disco anterior, Some Kind of Salvation, es awesome, oídlo!
En primer lugar, tenemos aquí a la inmensa Florence Welch, de Florence + The Machine, envuelta en un precioso vestido. No, por favor querida, no traigas el arpa, que el escenario es pequeño y la liamos. A lo que íbamos. Lungs, un álbum publicado en 2009, ha sido el debut y también el trampolín hacia el éxito de esta banda, grupo, colaboración o como quiera que se definan, que actualmente se encuentra realizando su primera promoción por EEUU. "Dog Days Are Over", "Rabbit Heart (Raise It Up)" o “My Boy Builds Coffins” (BEST TITTLE EVER) son perfectos para ejemplificar la calidad vocal e instrumental de este grupo, aunque fue éste el tema con el que nos conquistaron:
Y parece que los americanos también están cayendo…
Justo detrás aparece ya el grupo de coleguitas. ¿A quién se le ocurrió la genial idea de meter en un mismo bar a The Black Keys, Jessie Baylin, The Features y Kings of Leon? ¿No habrás sido tú, Entiman, verdad? Así no va a haber quien los controle ahora… Sí, Caleb, descuida, tú sigue con tu whisky que aún no os toca. A ver, por favor, recibamos a Dan Auerbach y Patrick Carney, integrantes de The Black Keys. Artistas del Año para Spin Magazine, el segundo mejor disco del año para la Rolling Stone, destacados en el resumen anual de la revista Time y nominados a cuatro Grammys, este dúo de rock-blues sacó en 2010 su sexto álbum de estudio, Brothers. “Tighten Up” y “Everlasting Light” fueron sus primeros singles. En estos se evidencia una vuelta a los orígenes del grupo, con un protagonismo absoluto de los solos de guitarra y la batería, así como el marcado acento que este grupo de Ohio otorga a sus temas mediante métodos de grabación de baja fidelidad. Cabe reseñar, asimismo, la habitual presencia de versiones de otros cantantes o grupos en sus discos. En esta ocasión, nos encontramos con “Never Gona Give You Up”, tema compuesto por Jerry Butler en los años 60. Sin embargo, visto el estado en el que se encuentran ahora mismo, creo que es más seguro dejaros con su tema instrumental, que, by the way, es insuperable.
Seguimos con Jessie Bailyn. Cantautora americana con un estilo cercano al folk y al jazz, que deja entrever las influencias que recibe tanto de su ciudad de origen, New Jersey, como de la zona en la que se ha establecido actualmente, Nashville. Tras un primer álbum con el que ella misma reconoció no sentirse del todo identificada, esta amiga de la infancia de Scarlett Johansson publicó en 2008 Firesight, con el que ha conseguido llegar a un público más amplio. Actualmente se encuentra en pleno proceso de producción de su próximo álbum.
Ahora, por favor Jessie, puedes pedirle a tu marido Nathan que suba al escenario con el resto de la tropa Followill. Sí, y de paso quítale la copa.
Y la Matrícula de Honor la recibimos por… (sí, es nuestro blog y nos auto damos Matrículas de Honor, ¿qué pasa?) la asistencia a nuestro primer concierto de un grupo internacional. Bologna, 3 de diciembre de 2010. Concierto de Kings of Leon, como parte de su gira europea de presentación de su nuevo trabajo, Come Around Sundown, ... ¡flamante Entiaward al Mejor Álbum del Año! Entigirl por tierras italianas, acompañada de una amiga, pasan un día de penurias hasta conseguir llegar al concierto. Móvil de por medio, Entiman asiste también a parte del recital. Entigirl afónica y pobre tras pasar por la tienda de merchandising. Prácticamente dos horas de concierto y una Entidad al borde de la catarsis. Nuff said.
Y ahí estaba Entigirl, dejándose la voz como si no hubiera un mañana…
Quinto álbum de estudio ya para la banda de Tenessee, pero primero en el que tienen que lidiar con un público tan vasto y variopinto como el adquirido tras su último trabajo, Only By The Night. Aún con temas que presentan un estilo similar al introducido en el álbum anterior, como “The End” (que abre el disco), “Pony Up” o “The Inmortals”, también es posible encontrar otras canciones en las que los integrantes de Kings of Leon han retomado el toque gamberro de los inicios, como “Mi Amigo” o “Mary”. Y, ¿quién se resiste a Mary empezando así?
No obstante, en el álbum también nos topamos con sonidos que beben del más puro country, como “Back Down South” o “Pickup Truck”, o un estilo más “beachy” (lo dijiste tú, Nathan, así que no me mires con esa cara), en “Beach Side”. Pero lo que más nos gusta es que en esta convergencia de estilos hayan dado cabida a nuevos sonidos (el saxofón al final de “Mary” es apoteósico) sin dejar de lado los habituales coros del grupo, presentes en temas como en “No Money” o Back Down South”. Ah, es verdad (gracias por el apunte Caleb) y esa guitarra al comienzo de su primer single, “Radioactive”…
Y vosotros, The Features, no os acopléis a la fiesta, que aquí nos tenéis esperando un nuevo álbum. Su disco anterior, Some Kind of Salvation, es awesome, oídlo!
- Vamos, Entiman, a por el tercer Enti-Award cultural de la noche. ¡Mejor película del año 2010!
Comenzamos haciendo un, como viene siendo tradicional, año sí, medio año también, repaso a las proyecciones que la gente de a pie ha podido disfrutar en sus cines más cercanos, o por cualquier otro medio legal, ya que no está en la naturaleza de Entifan alguno el afán por incurrir en delitos menores tales como la descarga ilegal, piratería o sabotaje industrial. De otros delitos no vamos a decir nada, que luego todo se sabe y el lío en el que metemos a medio recinto puede ser olímpico. ¡Bien, me ruegan por el pinganillo que siga con el guión establecido antes de que unos señores de azul procedan a agolparse a la entrada para hacernos soplar a todos por un tubito. Uno para cada uno, claro está, que … El año 2010 arrancaba tal y como había acabado: la moda “Avatar” seguiría vigente hasta la ceremonia de los Oscars, en la que películas semi-independientes como “En Tierra Hostil” o “Up In The Air” plantaban cara a la mastodóntica producción del creador de “Terminator”. Lo mismo daría, ya que, como flamante “nuevo George Lucas” que es, al señor Cameron sólo le importa que su bebé arrase a nivel monetario, cosa que ha conseguido de manera incontestable al convertirse en el film más taquillero de la historia del cine (inflación, precio de la entrada de 3D y demás monsergas a las que nadie nunca toma en cuenta aparte), superando a la antigua reina del mundo, “Titanic”. La moda azul terminó de pasar definitivamente cuando Mr Tim “espirales por aquí, Johnny Depp por allá” Burton, tras su genial incursión en el género musical, estrenó en todas las salas 3D del mundo su adaptación del cuento de Lewis Carroll, “Alicia en el País de las Maravillas”. Un material a priori más que adecuado para el marido de Helena Bonham-Carter, pero que a la postre resultaría algo inconsistente y desvaído. La estética es la de siempre, y visualmente mantiene la marca de la casa, que Burton no es nuevo en estas lides. Sin embargo, no hay mucho más allá de eso en esta película en la que la magia debería desparramarse por cada uno de sus fotogramas y no lo hace. El resultado final parece más una amalgama de historias variadas (Narnia, El Mago de Oz, la anterior Alicia de Disney …) que una adaptación de alguno de los libros de Carroll. Ni siquiera Johnny Depp se muestra al nivel habitual, en un papel que tampoco le permite innovar en su registro de “freaks”, pues su “Sombrerero” conserva ese amaneramiento tan “Jack Sparrow”, sumado a esa locura que caracterizaba su Willy Wonka de “Charlie y la Fábrica de Chocolate”, a la que esta “Alicia” no llega a rozar. Eso sí, ver a Stephen Fry o a Alan Rickman convertidos en Gato de Chesire y Oruga respectivamente … no tiene precio.
Sin duda alguna, “Tresdé” ha sido la palabra de moda en el mundo del cine a lo largo de todo este año. Moda inaugurada por “Avatar”, y que a estas alturas empieza a mostrar los primeros signos de despedida, siendo “Tron Legacy” la última en sumarse al carro de la tridimensionalidad. Una tridimensionalidad empleada con inteligencia, puesta al servicio de una historia sumamente entretenida, rodeada de efectos deslumbrantes y escenas de acción tan logradas como la carrera de motos. La secuela de una obra de culto que ha salido más que beneficiada por los avances tecnológicos (salvo en lo referente a la creación de humanos digitales creíbles, algo para lo que todavía falta un tiempo). En polémico 3D llegó también la revisión de otro clásico, “Furia de Titanes”, rodada en gran parte en la Entisede, con un reparto de campanillas y protagonizada por el australiano Sam Worthington, en su tercer blockbuster en menos de un año. Con su 3D de postproducción, y su guión algo endeble, la cinta cumpliría sin más con su papel asumido de mero producto de entretenimiento, y con lo recaudado, aún siendo menos de lo esperado, ya habemus promesa de secuela en un futuro. Igual que tendremos en ese mismo futuro una nueva entrega de las aventuras del “Hombre de Hierro”, pero ya sin Jon Favreau (el responsable de las 2 primeras) al timón. Este año llegaba la segunda entrega de una de las películas revelación de estos últimos tiempos, “Iron Man”, una pieza más del puzzle cinematográfico que organiza Marvel, y que concluirá en su primera fase con “Los Vengadores” de Joss Whedon, sueño húmedo del fandom friki. Con un Robert Downey Jr. más desatado si cabe que en la anterior, y la incorporación al reparto de Don Cheadle (en lugar del despedido Terrence Howard), Scarlett Johansson, Mickey Rourke y Sam Rockwell, “Iron Man 2” es un entretenido espectáculo que carece de la (mínima) profundidad de la primera, para suplirla con pirotecnia y nuevos datos sobre “lo que está por llegar”, haciendo que los elementos propios del personaje se pierdan y transcurran fugazmente, mientras los hechos relacionados con el futuro super-equipo adquieran una importancia mucho mayor. De las viñetas marvelitas llegó también “Kick Ass”, fenómeno viral que volvió a demostrar (como también haría otra película comiquera de este año: “Scott Pilgrim contra el Mundo”) que lo que se promociona y arrasa en la red no asegura, ni por asomo, el resultado proporcional en taquilla. Eso sí, a nivel de entretenimiento friki, esta adaptación de la obra de Millar y Romita cumple sobradamente con lo que se espera de ella: humor, violencia y mucha mala leche. Y con una niña de armas tomar cercenando miembros a diestro y siniestro. 2010 también nos dejó “Gladiator 2: Entre Flechas anda el Juego” … ah, no, “Robin Hood”, de Ridley Scott, Russell Crowe y Cate Blanchett (estos 2 también australianos … qué epidemia desencadenaste, Mel Gibson, allá dónde estés). Un Robin Hood desaliñado, algo fondoncillo y que no dispara una condenada flecha hasta pasada hora y media de metraje. Eso sí, como película de época con escasas pinceladas de acción, da lo que uno podría esperar del responsable de “Blade Runner”, “Alien” o “El Reino de Los Cielos” (si a ésta no le hubiesen trasquilado media película en la sala de montaje). El fiasco de la conversión a formato tridimensional de “Furia de Titanes” afectó a una de las favoritas para llevarse parte del pastel economico del año que acaba de abandonarnos: David Yates alcanza su cima como responsable de la franquicia “Harry Potter” en su penúltima entrega/primera parte de la última entrega/”¿para qué sacar 900 millones de dólares pudiendo sacar el doble?”, “Las Reliquias de la Muerte”. Tras la oscura y errática “El Misterio del Príncipe”, Yates nos sumerge en un Londres tétrico, en el que ya es el mal el que lidera, en el que la batalla está ya perdida antes de comenzar a pelear, y en el que tres jóvenes magos deben encontrar el modo de derrotar al ser más poderoso del planeta sin tener ni idea de cómo, mientras evitan que alguien se cobre el elevado precio que dan por sus cabezas. Con uno de esos repartos que quitan el hipo (una película con Ralph Fiennes, Alan Rickman, Rhys Ifans, Bill Nighy, Brendan Gleeson, Helena Bonham Carter, John Hurt, Miranda Richardson, Timothy Spall o Michael Gambon, dentro de una saga que ha contado con gente de la talla de Richard Harris, Kenneth Branagh, Emma Thompson o Gary Oldman … denota un buen gusto fuera de lo común a la hora de realizar los castings), “Las Reliquias de la Muerte” es la calma que precede a la gran guerra. Se trata de un film pausado, en el que ambos bandos se organizan, sabiendo que cada movimiento los acerca más al definitivo final que debe llegar de un momento a otro. Aterradora, poética y madura, esta séptima entrega eleva la franquicia de nuevo al nivel de “El Prisionero de Azkabán”, nivel en el que esperamos que se mantenga de cara a las 2 horas y media que faltan para que el telón del niño mago más famoso de la historia del cine se baje por una larga temporada.
Regresaron en el 2010 los que, en estos momentos se consideran los dos directores más prometedores de nuestros tiempos. Los que, además, consiguen el complicado respaldo unánime de crítica y público con sus obras. Hablamos de David Fincher y su multipremiada y taquillera “La Red Social” (de la cual no hablaremos de momento) y del hombre que convirtió “Batman” en una saga de prestigio y calidad para los amantes del cine, Christopher Nolan. Gracias a “El Caballero Oscuro”, los hermanos Nolan consiguieron esa posición privilegiada en Hollywood que, básicamente, les da vía libre para hacer y deshacer a su antojo, siempre que posteriormente regresen a la franquicia que, junto con Potter, da de comer a la Warner. Esa posición en la que todo el mundo desea trabajar con ellos, algo que sólo ocurre con vacas sagradas que llevan por apellido “Scorsese”, “Allen” o “Eastwood”. Gracias a esa vía libre, y a que sabe que, pida lo que pida, le será concedido, los hermanos se embarcan en una de sus aventuras más personales. De hecho, probablemente sea su obra más personal desde el film que les dio a conocer: la retorcida “Memento”. En esta ocasión no tenemos un tebeo como base, ni una película añeja, ni una novela. Todo parte de las mentes de ambos, todo se crea en la bruma de sus sueños. En la misma bruma en la que navegan los personajes de “Origen”. Los hermanos han creado un juego de espejos, metáforas y paraísos oníricos por los que personajes de diversa calaña pululan a sus anchas, tratando de conseguir un objetivo que, como buen mcguffin que es, sirve de mera excusa para que el realizador profundice en sus criaturas (en algunas más que en otras) y nos hipnotice con las irreales imágenes que pueblan su mundo personal. Todo esto acompañado por actores de nivel (algunos clásicos de Nolan, como Cillian Murphy, Ken Watanabe o Michael Caine (siendo esta la cuarta película que junta a actor y director) y otros nuevos, como Leonardo DiCaprio, Marion Cotillard, Ellen Page o los robaescenas del film, Joseph Gordon-Levitt y Tom Hardy), una potente banda sonora heredera de los sonidos de su Batman, y un montaje planificado al milímetro. Gracias a todo esto, “Origen” se convierte, sin duda, en una de las películas del año 2010.
Cada día es más complicado encontrar films en los cines que generen diversas emociones a lo largo de su cada vez más larga duración. Tenemos, de cuando en cuando, dramones que desde el principio al final nos tienen la lágrima a punto de saltar de nuestros tristes ojillos. Tenemos comedias que nos dibujan una sonrisa permanente en la cara (cada vez menos), o pelis de terror que lo que dibujan en nuestra cara son muecas de asco (cada vez más). Blockbusters espídicos que ponen nuestra adrenalina por las nubes, u odiseas románticas que hacen que nuestro nivel de azúcar en sangre se dispare sin remedio. Por esto, resulta extraño cuando, un día cualquiera, uno paga su entrada y descubre sorprendido, que todavía es posible pasarlo bien y mal durante el transcurso de una peli. Que es posible reír a mandíbula batiente durante un cuarto de hora, y el cuarto de hora siguiente pasarlo llorando como una magdalena (algún día alguien explicará debidamente el significado de esta expresión). Que el límite entre la comedia y el drama sólo depende de la habilidad de un buen guionista en saber cómo saltar de un lado a otro haciendo que no se note dicha barrera. Y cuanto menos se note ese salto, cuanto más se consiga combinar la lágrima con la carcajada de manera fluida, más completa y redonda será esa obra. Pero claro, si uno paga esa entrada sabiendo que la peli que nos ocupa viene de los chicos de Pixar, ya puedes intuir de antemano que será dinero bien gastado. Después de “Ratatouille”, “Wall-E” y “Up” (estas dos últimas con sendos Entiawards debajo del brazo ... del brazo hipotético), y a pesar de que hablemos de una tercera parte que se llevó a cabo más por los tira y afloja de Disney y Pixar que por intereses creativos, era de esperar que “Toy Story 3” mantuviera el alto nivel, no ya de los films mencionados anteriormente, sino de su propia saga, uno de los pocos casos en los que la calidad no decae con cada nueva entrega. Si la primera marcó una época y dejó frases para la historia del cine (“¡Hasta el infinito...!”) y la segunda incorporaba a nuevos personajes a la franquicia como Jessie, Perdigón, Barbie o Zurg, a la vez que profundizaba en el personaje que, desde el principio ha sido el que ha llevado la historia central, el vaquero Woody, en esta tercera todo se multiplica exponencialmente en cuanto a profundidad, diversión y calidad. Tenemos muchas y grandiosas incorporaciones, como el oso Lotso, el payaso Sonrisas, Mr. Pricklepants (un puercoespín con ínfulas shakesperianas), el bebé malrollero “Grandullón” y, sobre todo, el que faltaba para hacer aún más redonda la saga. Un metrosexual Ken que se convierte en uno de los puntos cómicos más logrados de la cinta (especialmente en SU escena (y la favorita de Entiwoman), el desfile de modelos en el que muestra lo profundo y glamouroso que es su armario), con un éxito tal que será, junto con su rubia media naranja, el protagonista del próximo corto de Pixar. “Toy Story 3” cuenta con muchos momentos cómicos, desde la primera aparición de “Sonrisas”, pasando por el grandioso Buzz “zeñorita” Lightyear andaluz (un Buzz que vuelve a sus orígenes de “guardián espacial” en cada entrega, sea por otro Buzz distinto, o por un mero reseteo), el plan de fuga del Sr. Patata o las escenas de los créditos finales. Sin embargo, también cuenta con momentos para la aventura más épica, como ese genial prólogo que nos introduce en la mente del joven Andy, y nos muestra cómo veíamos antes a nuestros propios juguetes. Minutos en los que abunda el romanticismo, como cualquier escena que comparten los tortolitos Barbie y Ken. Incluso momentos para la tensión, con esa “gran evasión” que deben protagonizar los personajes, haciendo que escapar de una guardería conlleve más planificación que los tatuajes de Michael Scofield. Momentos de tensión, y con algún susto de por medio, como los que propicia el bueno de Grandullón, o el mono vigilante. Y, por encima de todo, como marca de la casa Pixar, momentos de reflexión y de soltar la lágrima. Puede que hasta de llorar a mares. Porque “Toy Story 3”, siendo como es la entrega presumiblemente final de la saga, juega con lo que sentimos por unos personajes que derrochan más carisma que la mayoría de los repartos hollywoodienses (y no hollywoodienses) de la actualidad. Y, a sabiendas de ello, sus creadores torturan y retuercen su destino como en ninguna otra entrega, haciendo que en muchos momentos se te encoja el corazón por unos sencillos juguetes de plástico. Mención aparte merece la última media hora, que uno como espectador vive con el corazón encogido. Una obra sin altibajos, que cumple con todas y cada una de las cosas que se le puede pedir a una película. Una reflexión sobre el abandono, el hacerse mayor, la nostalgia, la muerte y la amistad. Una película infantil, dramática, cómica, pero, por encima de todo, magistral. Por ello, el Enti-Award a “Mejor Película del 2011 va para ¡“Toy Story 3”, de Lee Unkrich!
Después de tanto premio junto, creemos que es hora de una breve pausa para coger fuerza y lo que se tercie, que vemos al tití de la segunda fila con hambre de Entifan. Mientras recuperamos aire, os dejamos con una de esas maravillas musicales que nos ha dejado el 2010. En primavera, aparte de surgir flores y alergias por doquier, apareció de la nada un nuevo trabajo de uno de nuestros grupos de cabecera. “Fondo de Armario” era su titulo y en él encontrábamos nuevos y gloriosos temas musicales dignos de ser exhibidos en cualquier museo de la música. Ya profundizaremos en este complejo y multidisciplinar álbum, pero ahora os dejamos con un clásico. Título: La Década Apestosa Mix 3. Grupo: Los Gandules. Saboreadlo como si os fuera la vida en ello, que después... llega lo gordo.
Ah, y por si se os ocurre moveros del sitio ...
Comenzamos haciendo un, como viene siendo tradicional, año sí, medio año también, repaso a las proyecciones que la gente de a pie ha podido disfrutar en sus cines más cercanos, o por cualquier otro medio legal, ya que no está en la naturaleza de Entifan alguno el afán por incurrir en delitos menores tales como la descarga ilegal, piratería o sabotaje industrial. De otros delitos no vamos a decir nada, que luego todo se sabe y el lío en el que metemos a medio recinto puede ser olímpico. ¡Bien, me ruegan por el pinganillo que siga con el guión establecido antes de que unos señores de azul procedan a agolparse a la entrada para hacernos soplar a todos por un tubito. Uno para cada uno, claro está, que … El año 2010 arrancaba tal y como había acabado: la moda “Avatar” seguiría vigente hasta la ceremonia de los Oscars, en la que películas semi-independientes como “En Tierra Hostil” o “Up In The Air” plantaban cara a la mastodóntica producción del creador de “Terminator”. Lo mismo daría, ya que, como flamante “nuevo George Lucas” que es, al señor Cameron sólo le importa que su bebé arrase a nivel monetario, cosa que ha conseguido de manera incontestable al convertirse en el film más taquillero de la historia del cine (inflación, precio de la entrada de 3D y demás monsergas a las que nadie nunca toma en cuenta aparte), superando a la antigua reina del mundo, “Titanic”. La moda azul terminó de pasar definitivamente cuando Mr Tim “espirales por aquí, Johnny Depp por allá” Burton, tras su genial incursión en el género musical, estrenó en todas las salas 3D del mundo su adaptación del cuento de Lewis Carroll, “Alicia en el País de las Maravillas”. Un material a priori más que adecuado para el marido de Helena Bonham-Carter, pero que a la postre resultaría algo inconsistente y desvaído. La estética es la de siempre, y visualmente mantiene la marca de la casa, que Burton no es nuevo en estas lides. Sin embargo, no hay mucho más allá de eso en esta película en la que la magia debería desparramarse por cada uno de sus fotogramas y no lo hace. El resultado final parece más una amalgama de historias variadas (Narnia, El Mago de Oz, la anterior Alicia de Disney …) que una adaptación de alguno de los libros de Carroll. Ni siquiera Johnny Depp se muestra al nivel habitual, en un papel que tampoco le permite innovar en su registro de “freaks”, pues su “Sombrerero” conserva ese amaneramiento tan “Jack Sparrow”, sumado a esa locura que caracterizaba su Willy Wonka de “Charlie y la Fábrica de Chocolate”, a la que esta “Alicia” no llega a rozar. Eso sí, ver a Stephen Fry o a Alan Rickman convertidos en Gato de Chesire y Oruga respectivamente … no tiene precio.
Sin duda alguna, “Tresdé” ha sido la palabra de moda en el mundo del cine a lo largo de todo este año. Moda inaugurada por “Avatar”, y que a estas alturas empieza a mostrar los primeros signos de despedida, siendo “Tron Legacy” la última en sumarse al carro de la tridimensionalidad. Una tridimensionalidad empleada con inteligencia, puesta al servicio de una historia sumamente entretenida, rodeada de efectos deslumbrantes y escenas de acción tan logradas como la carrera de motos. La secuela de una obra de culto que ha salido más que beneficiada por los avances tecnológicos (salvo en lo referente a la creación de humanos digitales creíbles, algo para lo que todavía falta un tiempo). En polémico 3D llegó también la revisión de otro clásico, “Furia de Titanes”, rodada en gran parte en la Entisede, con un reparto de campanillas y protagonizada por el australiano Sam Worthington, en su tercer blockbuster en menos de un año. Con su 3D de postproducción, y su guión algo endeble, la cinta cumpliría sin más con su papel asumido de mero producto de entretenimiento, y con lo recaudado, aún siendo menos de lo esperado, ya habemus promesa de secuela en un futuro. Igual que tendremos en ese mismo futuro una nueva entrega de las aventuras del “Hombre de Hierro”, pero ya sin Jon Favreau (el responsable de las 2 primeras) al timón. Este año llegaba la segunda entrega de una de las películas revelación de estos últimos tiempos, “Iron Man”, una pieza más del puzzle cinematográfico que organiza Marvel, y que concluirá en su primera fase con “Los Vengadores” de Joss Whedon, sueño húmedo del fandom friki. Con un Robert Downey Jr. más desatado si cabe que en la anterior, y la incorporación al reparto de Don Cheadle (en lugar del despedido Terrence Howard), Scarlett Johansson, Mickey Rourke y Sam Rockwell, “Iron Man 2” es un entretenido espectáculo que carece de la (mínima) profundidad de la primera, para suplirla con pirotecnia y nuevos datos sobre “lo que está por llegar”, haciendo que los elementos propios del personaje se pierdan y transcurran fugazmente, mientras los hechos relacionados con el futuro super-equipo adquieran una importancia mucho mayor. De las viñetas marvelitas llegó también “Kick Ass”, fenómeno viral que volvió a demostrar (como también haría otra película comiquera de este año: “Scott Pilgrim contra el Mundo”) que lo que se promociona y arrasa en la red no asegura, ni por asomo, el resultado proporcional en taquilla. Eso sí, a nivel de entretenimiento friki, esta adaptación de la obra de Millar y Romita cumple sobradamente con lo que se espera de ella: humor, violencia y mucha mala leche. Y con una niña de armas tomar cercenando miembros a diestro y siniestro. 2010 también nos dejó “Gladiator 2: Entre Flechas anda el Juego” … ah, no, “Robin Hood”, de Ridley Scott, Russell Crowe y Cate Blanchett (estos 2 también australianos … qué epidemia desencadenaste, Mel Gibson, allá dónde estés). Un Robin Hood desaliñado, algo fondoncillo y que no dispara una condenada flecha hasta pasada hora y media de metraje. Eso sí, como película de época con escasas pinceladas de acción, da lo que uno podría esperar del responsable de “Blade Runner”, “Alien” o “El Reino de Los Cielos” (si a ésta no le hubiesen trasquilado media película en la sala de montaje). El fiasco de la conversión a formato tridimensional de “Furia de Titanes” afectó a una de las favoritas para llevarse parte del pastel economico del año que acaba de abandonarnos: David Yates alcanza su cima como responsable de la franquicia “Harry Potter” en su penúltima entrega/primera parte de la última entrega/”¿para qué sacar 900 millones de dólares pudiendo sacar el doble?”, “Las Reliquias de la Muerte”. Tras la oscura y errática “El Misterio del Príncipe”, Yates nos sumerge en un Londres tétrico, en el que ya es el mal el que lidera, en el que la batalla está ya perdida antes de comenzar a pelear, y en el que tres jóvenes magos deben encontrar el modo de derrotar al ser más poderoso del planeta sin tener ni idea de cómo, mientras evitan que alguien se cobre el elevado precio que dan por sus cabezas. Con uno de esos repartos que quitan el hipo (una película con Ralph Fiennes, Alan Rickman, Rhys Ifans, Bill Nighy, Brendan Gleeson, Helena Bonham Carter, John Hurt, Miranda Richardson, Timothy Spall o Michael Gambon, dentro de una saga que ha contado con gente de la talla de Richard Harris, Kenneth Branagh, Emma Thompson o Gary Oldman … denota un buen gusto fuera de lo común a la hora de realizar los castings), “Las Reliquias de la Muerte” es la calma que precede a la gran guerra. Se trata de un film pausado, en el que ambos bandos se organizan, sabiendo que cada movimiento los acerca más al definitivo final que debe llegar de un momento a otro. Aterradora, poética y madura, esta séptima entrega eleva la franquicia de nuevo al nivel de “El Prisionero de Azkabán”, nivel en el que esperamos que se mantenga de cara a las 2 horas y media que faltan para que el telón del niño mago más famoso de la historia del cine se baje por una larga temporada.
Regresaron en el 2010 los que, en estos momentos se consideran los dos directores más prometedores de nuestros tiempos. Los que, además, consiguen el complicado respaldo unánime de crítica y público con sus obras. Hablamos de David Fincher y su multipremiada y taquillera “La Red Social” (de la cual no hablaremos de momento) y del hombre que convirtió “Batman” en una saga de prestigio y calidad para los amantes del cine, Christopher Nolan. Gracias a “El Caballero Oscuro”, los hermanos Nolan consiguieron esa posición privilegiada en Hollywood que, básicamente, les da vía libre para hacer y deshacer a su antojo, siempre que posteriormente regresen a la franquicia que, junto con Potter, da de comer a la Warner. Esa posición en la que todo el mundo desea trabajar con ellos, algo que sólo ocurre con vacas sagradas que llevan por apellido “Scorsese”, “Allen” o “Eastwood”. Gracias a esa vía libre, y a que sabe que, pida lo que pida, le será concedido, los hermanos se embarcan en una de sus aventuras más personales. De hecho, probablemente sea su obra más personal desde el film que les dio a conocer: la retorcida “Memento”. En esta ocasión no tenemos un tebeo como base, ni una película añeja, ni una novela. Todo parte de las mentes de ambos, todo se crea en la bruma de sus sueños. En la misma bruma en la que navegan los personajes de “Origen”. Los hermanos han creado un juego de espejos, metáforas y paraísos oníricos por los que personajes de diversa calaña pululan a sus anchas, tratando de conseguir un objetivo que, como buen mcguffin que es, sirve de mera excusa para que el realizador profundice en sus criaturas (en algunas más que en otras) y nos hipnotice con las irreales imágenes que pueblan su mundo personal. Todo esto acompañado por actores de nivel (algunos clásicos de Nolan, como Cillian Murphy, Ken Watanabe o Michael Caine (siendo esta la cuarta película que junta a actor y director) y otros nuevos, como Leonardo DiCaprio, Marion Cotillard, Ellen Page o los robaescenas del film, Joseph Gordon-Levitt y Tom Hardy), una potente banda sonora heredera de los sonidos de su Batman, y un montaje planificado al milímetro. Gracias a todo esto, “Origen” se convierte, sin duda, en una de las películas del año 2010.
Cada día es más complicado encontrar films en los cines que generen diversas emociones a lo largo de su cada vez más larga duración. Tenemos, de cuando en cuando, dramones que desde el principio al final nos tienen la lágrima a punto de saltar de nuestros tristes ojillos. Tenemos comedias que nos dibujan una sonrisa permanente en la cara (cada vez menos), o pelis de terror que lo que dibujan en nuestra cara son muecas de asco (cada vez más). Blockbusters espídicos que ponen nuestra adrenalina por las nubes, u odiseas románticas que hacen que nuestro nivel de azúcar en sangre se dispare sin remedio. Por esto, resulta extraño cuando, un día cualquiera, uno paga su entrada y descubre sorprendido, que todavía es posible pasarlo bien y mal durante el transcurso de una peli. Que es posible reír a mandíbula batiente durante un cuarto de hora, y el cuarto de hora siguiente pasarlo llorando como una magdalena (algún día alguien explicará debidamente el significado de esta expresión). Que el límite entre la comedia y el drama sólo depende de la habilidad de un buen guionista en saber cómo saltar de un lado a otro haciendo que no se note dicha barrera. Y cuanto menos se note ese salto, cuanto más se consiga combinar la lágrima con la carcajada de manera fluida, más completa y redonda será esa obra. Pero claro, si uno paga esa entrada sabiendo que la peli que nos ocupa viene de los chicos de Pixar, ya puedes intuir de antemano que será dinero bien gastado. Después de “Ratatouille”, “Wall-E” y “Up” (estas dos últimas con sendos Entiawards debajo del brazo ... del brazo hipotético), y a pesar de que hablemos de una tercera parte que se llevó a cabo más por los tira y afloja de Disney y Pixar que por intereses creativos, era de esperar que “Toy Story 3” mantuviera el alto nivel, no ya de los films mencionados anteriormente, sino de su propia saga, uno de los pocos casos en los que la calidad no decae con cada nueva entrega. Si la primera marcó una época y dejó frases para la historia del cine (“¡Hasta el infinito...!”) y la segunda incorporaba a nuevos personajes a la franquicia como Jessie, Perdigón, Barbie o Zurg, a la vez que profundizaba en el personaje que, desde el principio ha sido el que ha llevado la historia central, el vaquero Woody, en esta tercera todo se multiplica exponencialmente en cuanto a profundidad, diversión y calidad. Tenemos muchas y grandiosas incorporaciones, como el oso Lotso, el payaso Sonrisas, Mr. Pricklepants (un puercoespín con ínfulas shakesperianas), el bebé malrollero “Grandullón” y, sobre todo, el que faltaba para hacer aún más redonda la saga. Un metrosexual Ken que se convierte en uno de los puntos cómicos más logrados de la cinta (especialmente en SU escena (y la favorita de Entiwoman), el desfile de modelos en el que muestra lo profundo y glamouroso que es su armario), con un éxito tal que será, junto con su rubia media naranja, el protagonista del próximo corto de Pixar. “Toy Story 3” cuenta con muchos momentos cómicos, desde la primera aparición de “Sonrisas”, pasando por el grandioso Buzz “zeñorita” Lightyear andaluz (un Buzz que vuelve a sus orígenes de “guardián espacial” en cada entrega, sea por otro Buzz distinto, o por un mero reseteo), el plan de fuga del Sr. Patata o las escenas de los créditos finales. Sin embargo, también cuenta con momentos para la aventura más épica, como ese genial prólogo que nos introduce en la mente del joven Andy, y nos muestra cómo veíamos antes a nuestros propios juguetes. Minutos en los que abunda el romanticismo, como cualquier escena que comparten los tortolitos Barbie y Ken. Incluso momentos para la tensión, con esa “gran evasión” que deben protagonizar los personajes, haciendo que escapar de una guardería conlleve más planificación que los tatuajes de Michael Scofield. Momentos de tensión, y con algún susto de por medio, como los que propicia el bueno de Grandullón, o el mono vigilante. Y, por encima de todo, como marca de la casa Pixar, momentos de reflexión y de soltar la lágrima. Puede que hasta de llorar a mares. Porque “Toy Story 3”, siendo como es la entrega presumiblemente final de la saga, juega con lo que sentimos por unos personajes que derrochan más carisma que la mayoría de los repartos hollywoodienses (y no hollywoodienses) de la actualidad. Y, a sabiendas de ello, sus creadores torturan y retuercen su destino como en ninguna otra entrega, haciendo que en muchos momentos se te encoja el corazón por unos sencillos juguetes de plástico. Mención aparte merece la última media hora, que uno como espectador vive con el corazón encogido. Una obra sin altibajos, que cumple con todas y cada una de las cosas que se le puede pedir a una película. Una reflexión sobre el abandono, el hacerse mayor, la nostalgia, la muerte y la amistad. Una película infantil, dramática, cómica, pero, por encima de todo, magistral. Por ello, el Enti-Award a “Mejor Película del 2011 va para ¡“Toy Story 3”, de Lee Unkrich!
Después de tanto premio junto, creemos que es hora de una breve pausa para coger fuerza y lo que se tercie, que vemos al tití de la segunda fila con hambre de Entifan. Mientras recuperamos aire, os dejamos con una de esas maravillas musicales que nos ha dejado el 2010. En primavera, aparte de surgir flores y alergias por doquier, apareció de la nada un nuevo trabajo de uno de nuestros grupos de cabecera. “Fondo de Armario” era su titulo y en él encontrábamos nuevos y gloriosos temas musicales dignos de ser exhibidos en cualquier museo de la música. Ya profundizaremos en este complejo y multidisciplinar álbum, pero ahora os dejamos con un clásico. Título: La Década Apestosa Mix 3. Grupo: Los Gandules. Saboreadlo como si os fuera la vida en ello, que después... llega lo gordo.
Ah, y por si se os ocurre moveros del sitio ...
10 comentarios:
Y esto es un ¡¡¡PRIMEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!
Whaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaat's up!!!
Y esto es un ¡¡¡PRIMEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!
Whaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaat's up!!!
Gimme high five!!! yeah, soy feliz por haber primeado!! xDDDDD a pesar de mi conexión a internet, cómete esa, c*rd*!!!
Ah, y que sepáis, que esta es la parte... fácil de leer. Quedáis avisados. Jejejeje....
Blaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.....!!!!!
Queremos más, hombrepordiosdetodoslossantoscagonlalecheyahombreeeee!!! Que es eso de dejarnos a medias??? Malditos insensatos!! xDDDDD.
Dios, me he cargado la ventana de los comentarios xDDDDDD.
DP: Tanto ansiaba darfeni su prime que comenta por triplicado, sólo por si acaso. Bueno, la fácil de leer... digamos que ésta es la parte normal, xD
Carol: desde tiempos inmemoriales se llama: "crear expectación". También acepta otros nombres como "cabr*nada suprema" o "si no lo partíamos a la mitad, ni Dios habría leído todo el post".
Gracias por las opiniones, sector femenino. No os mováis del asiento, que enseguida estamos again.
¡Ya era hora! Como dice el personaje de George Clooney al de John Goodman en O Brother!, eso sí que es ser contundente.
¡Espero la segunda parte!
¡Saludos!
Poco a poco, reconozco que en dos días, he conseguido leerme el post. Concuerdo con Entifenix en lo referente a las series de producción española. Concretamente las series de temática histórica españolas me resultan especialmente atractivas. La chica de ayer tremenda. Siempre recordaré esa frase del inspector que algún día me servirá para humillar a alguien cuando hizo pasar a un policía rival a su despacho y dijo:
"-Siéntate...bien, ahora dame la patita."
Gran serie Dexter. También sobresale el Mentalista, por si no tenéis conocimiento de ella, que sigue aprovechando el concepto de personajes extravagantes y tramas desconcertantes y rozando lo psicológico de House y Dexter, aunque sin duda veo mejor a Dexter. Con Glee si me sorprendéis. No la he visto porque el mero concepto ya me echa para atrás, pero vuestras alabanzas harán que me piense mi postura. Probablemente después de pensarla siga manteniéndola, pero al menos la pensaré.
He de confesar que me esperaba de Toy Story 3 un bodrio que sólo desarrollase una historia mediocre y se lo llevase muerto con la fidelidad del público y el merchandaising, pero a pesar de todo fui a verla en alucinante 2D y...sin duda fue una de las elecciones correctas del pasado verano. Un galardón merecido que sólo podría ser arrebatado tal vez por Origen. En puestos sucesivos incluiría Kick Ass, a la que no le habría venido mal algo de más fidelidad al cómic, aunque le hubiese restado comercialidad, y la española Balada triste de trompeta, ya puestos a reivindicar la producción patria, aunque no sé si iría incluída dentro de este año o el pasado, pero que merece una mención. Me encanta como De la iglesia lleva sus personajes más allá del límite y lo bizarro que resulta todo lo que toca.
Llorar como una magdalena no hace referencia a los conocidos postrecillos que tanto alegran nuestro paladar, proviene de la tradición cristiana de María Magdalena, quien lloró tanto que empapó las babuchas del hijo de Dios cuando le pidió el perdón por sus pecados de mujer malsana y luego volvió a emitir desconsolado llanto cuando el nazareno fue finalmente cruzificado. Vamos, que fue una mujer que apenas paró de llorar, una cualidad altamente desaconsejable en su profesión si lo piensas bien, pero supongo que en algún depravado tendría su público.
Esperaré vuestra versión de los programas del estilo "quien vive ahí". Pero vaya, que el "volvemos enseguida" ya se hace tardío... igualmente, carece de importancia. No me aburriré mientras cuente con mi legión de seguidoras...
Mike Lee: con nosotros... tonterías las justas. si volvemos, debe ser a lo burro. y ya tienes la 2ª parte para poder degustarla ;)
Panmios: un omentario digno de semejante gala, así da gusto, tenía que ser el comentarista primigenio.
Con tu cita del inspector jefe Gallardo, te acabas de hacer un hueco en el corazoncito de Darfeni, te lo aseguro. A nosotros el concepto de Glee también nos echaba para atrás en un principio, pero mira ... ves un capItulo, te entretiene, picas con otro, la serie tiene un sentido del humor muy surrealista, de cuando en cuando se dejan caer invitados especiales de postín, y también de cuando en cuando se descuelgan con episodios insufribles. Eso sí, no es para todos los paladares, desde luego. Con el Mentalista, ni Entiman ni Entigirl han podido ver más allá de un par de episodios sin caer en el aburrimiento. Entiwoman en cambio sí que la ha disfrutado más. Y nada que decir sobre Jaus y Dexter, dos grandes personajes que son la base y el sustento de dos enormes series.
Sobre Toy Story 3 ... pues en un principio todo hacía temer que no tendría mucha enjundia el asunto, pero mira ... salen los trailers, la peli, Pixar vuelve a callar bocas. Sólo falta que conviertan Cars 2 en un peliculón también, aunque albergamos ciertas dudas de que eso ocurra.Kick ass es una gamberrada entretenida, pero que tampoco puede competir con los juguetes o los sueños de DiCaprio y Nolan. Y la última obra del drector últimamente en oca de todos, no hemos podido verla todavía, aunque nos despierta curiosidad, más que nada por su argumento.
¿Ves? Aún sabiendo el significado del refrán, nos has dado una definición de libro. Esto son Entifans decentes. Y no te metas con los depravados, que este blog se nutre de nosotr... de ellos, de ellos.
Ya tienes a tu disposición la segunda prte para deleitarte, así que deja de ser magreado por tus seguidoras y presta atención!
Gracias a ambos!
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