Hace semanas que no vas al cine. La marea de los Oscars ya ha pasado y ahora toca esa época de comedias románticas insulsas con actores sin carisma, de remakes de películas orientales y de estrenos que las productoras sacan ahora para quitárselos de encima. No tienes muchas ganas de pagar simplemente para que te proyecten una peli que no te interesa lo más mínimo. Ey, espera, que aún te queda una de los Oscars, la ganadora para colmo. Has sido fan de los hermanos Coen toda la vida, algunas de sus obras son tus favoritas…¿es normal entonces que “No Es País Para Viejos” no te llame nada, nada, nada? Pero bueno, habrá que verla para juzgarla.
“No Es País Para Viejos”, adaptación de una novela de Cormac McCarthy, es una buena película, de esas que a los académicos les gusta premiar…pero no es de los Coen. Pocos son los momentos, instantes fugaces, en los que el fan de esta pareja que llevas dentro, sonríe reconociendo a los autores de “Barton Fink” o “Arizona Baby”. Se trata de un film pausado, de ritmo llevado de manera muy inteligente, que reparte el protagonismo entre tres personajes: El de Josh Brolin, que es el que lleva el peso de la narración, es lo más Coen de esta película, especialmente en lo concerniente a la relación con su esposa, caracterizada por unos diálogos soberbios. Todo el angustioso camino que recorre este personaje es simplemente por retrasar lo inevitable, es una lucha por su supervivencia contra su omnipresente antagonista. Es un cazador, y como tal afronta esta cacería, una caza en la que él se ha convertido en presa. Josh Brolin imprime carisma a este personaje, haciendo que sufras con él en esta interminable persecución. Aquí el cazador es otro.
El personaje de Bardem, tan galardonado y excelsamente criticado, es un asesino típico, que si resulta amenazante es por la manera tan gráfica y a la vez sutil que tienen los Coen de llevarlo a la pantalla. Bardem no lo hace mal, ojo, pero es un papel tan plano y sin matices que lo difícil es no hacerlo bien. El actor pasa todo el film con la mirada perdida, farfullando monosílabos y cargándose gente. Y ya. No es un nuevo Hannibal Lecter ni el próximo Keyser Sozé. Es más bien un Terminator castizo, del que no sabes nada, más allá de que está loco y que matar gente es su cometido en esta vida. ¿Hace falta saber algo del personaje para lo que hace en la película? No, porque su papel es el que es, y más sería justificar lo injustificable. ¿Es un papel digno de un Oscar? Nop, porque ni es un gran psicópata (aunque sus métodos sean espeluznantes), ni Bardem realiza un esfuerzo abrumador para encarnarlo (o al menos no lo parece), más allá de tener los santos coj&nes de pasar todo el rodaje con esas pintas. ¿Espeluznante? Sólo en una escena: la única en la que Bardem no sale en pantalla. Una escena perfectamente llevada por los Coen, en la que consiguen que el asesino cause una tensión insoportable en el espectador y en Josh Brolin, que espera al otro lado de la puerta de su habitación a que la bestia parda entre y termine lo empezado.
El tercer vértice del triángulo es el sheriff de Tommy Lee Jones, en un papel similar a muchos que ha interpretado últimamente, y que nunca acaba de tener gran peso en la historia, salvo en el tramo final, donde protagoniza un par de escenas que a mucha gente han dejado a cuadros. Especialmente criticado ha sido su final, con un diálogo redundante (intenta justificar el título del film sin que haga falta hacerlo, pues durante el metraje queda claro) y anticlimático (algo muy del gusto de los Coen), pero que no desentona con un film que muchos han tenido la inconsciencia de comparar con “Fargo”, sólo que cambiando el desierto por la nieve. Agradable es ver también a Woody Harrelson haciendo…pues de sí mismo, para qué engañarnos, pero como nos cae simpático no tenemos problema con eso.
Sales del cine con un regusto amargo. No has tenido la ración Coen que esperabas. Antes de llegar a casa sabes lo que vas a hacer. Te diriges a tu abarrotada estantería, coges “Fargo”, la pones y gozas durante hora y media con el mejor film de los Coen, con Frances McDormand haciendo de entrañable poli embarazada, con Steve Buscemi y Peter Stormare como complementarios psicópatas perdedores (una de las últimas acciones del personaje de Stormare en el film es de las pocas cosas que siempre te hacen reír a carcajadas, la veas una o veinte veces), tan perdedores como un William H. Macy que parece hecho para estos papeles. Algún día escribirás una crítica de esta peli como es debido (Yah!), pero hoy no.
“No Es País Para Viejos”, adaptación de una novela de Cormac McCarthy, es una buena película, de esas que a los académicos les gusta premiar…pero no es de los Coen. Pocos son los momentos, instantes fugaces, en los que el fan de esta pareja que llevas dentro, sonríe reconociendo a los autores de “Barton Fink” o “Arizona Baby”. Se trata de un film pausado, de ritmo llevado de manera muy inteligente, que reparte el protagonismo entre tres personajes: El de Josh Brolin, que es el que lleva el peso de la narración, es lo más Coen de esta película, especialmente en lo concerniente a la relación con su esposa, caracterizada por unos diálogos soberbios. Todo el angustioso camino que recorre este personaje es simplemente por retrasar lo inevitable, es una lucha por su supervivencia contra su omnipresente antagonista. Es un cazador, y como tal afronta esta cacería, una caza en la que él se ha convertido en presa. Josh Brolin imprime carisma a este personaje, haciendo que sufras con él en esta interminable persecución. Aquí el cazador es otro.
El personaje de Bardem, tan galardonado y excelsamente criticado, es un asesino típico, que si resulta amenazante es por la manera tan gráfica y a la vez sutil que tienen los Coen de llevarlo a la pantalla. Bardem no lo hace mal, ojo, pero es un papel tan plano y sin matices que lo difícil es no hacerlo bien. El actor pasa todo el film con la mirada perdida, farfullando monosílabos y cargándose gente. Y ya. No es un nuevo Hannibal Lecter ni el próximo Keyser Sozé. Es más bien un Terminator castizo, del que no sabes nada, más allá de que está loco y que matar gente es su cometido en esta vida. ¿Hace falta saber algo del personaje para lo que hace en la película? No, porque su papel es el que es, y más sería justificar lo injustificable. ¿Es un papel digno de un Oscar? Nop, porque ni es un gran psicópata (aunque sus métodos sean espeluznantes), ni Bardem realiza un esfuerzo abrumador para encarnarlo (o al menos no lo parece), más allá de tener los santos coj&nes de pasar todo el rodaje con esas pintas. ¿Espeluznante? Sólo en una escena: la única en la que Bardem no sale en pantalla. Una escena perfectamente llevada por los Coen, en la que consiguen que el asesino cause una tensión insoportable en el espectador y en Josh Brolin, que espera al otro lado de la puerta de su habitación a que la bestia parda entre y termine lo empezado.
El tercer vértice del triángulo es el sheriff de Tommy Lee Jones, en un papel similar a muchos que ha interpretado últimamente, y que nunca acaba de tener gran peso en la historia, salvo en el tramo final, donde protagoniza un par de escenas que a mucha gente han dejado a cuadros. Especialmente criticado ha sido su final, con un diálogo redundante (intenta justificar el título del film sin que haga falta hacerlo, pues durante el metraje queda claro) y anticlimático (algo muy del gusto de los Coen), pero que no desentona con un film que muchos han tenido la inconsciencia de comparar con “Fargo”, sólo que cambiando el desierto por la nieve. Agradable es ver también a Woody Harrelson haciendo…pues de sí mismo, para qué engañarnos, pero como nos cae simpático no tenemos problema con eso.
Sales del cine con un regusto amargo. No has tenido la ración Coen que esperabas. Antes de llegar a casa sabes lo que vas a hacer. Te diriges a tu abarrotada estantería, coges “Fargo”, la pones y gozas durante hora y media con el mejor film de los Coen, con Frances McDormand haciendo de entrañable poli embarazada, con Steve Buscemi y Peter Stormare como complementarios psicópatas perdedores (una de las últimas acciones del personaje de Stormare en el film es de las pocas cosas que siempre te hacen reír a carcajadas, la veas una o veinte veces), tan perdedores como un William H. Macy que parece hecho para estos papeles. Algún día escribirás una crítica de esta peli como es debido (Yah!), pero hoy no.
En breve, la segunda parte...
4 comentarios:
a mi la peli, sobre todo por el Bardem, me pareció una versión de Terminator (vamos, ke el Bardem hacía lo mismo ke el Chuache), luego el personaje de Tomy lee lo vi muy desaprovechado y ke pinta poco o nada en la historia y el final del prota te deja con cara tonto (a mi sí, por lo menos)
vamos, ke tanto ke la ponían, yo le doy un aprobao raspado y porke me gustan las historias de ritmo lento, ke sino...
saludos^^
La verdad no se me antoja ver esta pelicula, pero Fargo si que me pareció excelente... Sobre todo el papel de la policia que al principio de la pelicual pense que era una tarada.
¡¡¡Dos entradas en un día... que agasajo!!!. :)
No la he visto,pero con la cabeza en los Entiawards me paso por aqui.
¡Hola!
y...
¡Felicidades a Entigirl!(¿eso ya lo he dicho?,bueno,da igual)
Pater: Quitando que no es una peli de 5, coincidimos bastante pues :)
Gaby: Fargo es un clasicazo ya...una pena que no la conozca más gente. y tres entradas en un día...el delirio, el delirio!!
Thor: ay, pillín....(bien hecho, xD)
Gracias chavales!
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