jueves, 30 de agosto de 2007

Discos de sobremesa

Atención, que a continuación vamos a desvelar algo que en estos tiempos que corren puede parecer algo inaudito, propio de otras épocas pretéritas y oscuras. Pero así son Las Entidades. Vamos a desvelar que...¡¡¡compramos CDS de música!!!¡¡¡No los descargamos de Internet!!! ¡¡¡El Apocalipsis está aquí!!!


Pues sí, somos unas de esas rara avis que merodean en las tiendas de discos y rebuscan a la búsqueda de algún trabajo de algún cantante o grupo que nos llame verdaderamente la atención, o que consideremos que merece la pena cada euro que gastamos. No quiere decir que no nos descarguemos alguito, como cualquiera, pero que para lo que verdaderamente queremos oír como se merece no recurrimos a programas agrarios de descarga, sino que abrimos la cartera y soltamos sus 12 euracos en los mejores casos. ¿Por qué? Pues qué quieren que les diga, porque nos gusta leer los libretos, ver la presentación de la carátula como fue diseñada originalmente y no en una pantalla diminuta, tener el CD original y ver su dibujo grabado en su superficie, tener la total seguridad de que lo que oigo es lo que quiero oír y que está en la mejor calidad posible (y sé lo que me digo, que me he tragado cada basura que luego resultaba no ser tan malo como pensaba...)...Vamos, que no nos duele gastarnos dinero en cultura, ya sean CDs, DVDs (ya casi no hay sitio donde ponerlos), libros o cómics. Más pobres pero más satisfechos, probablemente.


Todo esto viene porque este verano han habido tres discos que han marcado nuestros ratos libres, y que nos han acompañado en el momento de trabajar (tampoco mucho que es verano...) en nuestras cosillas.


El primero se trata de una de las mejores voces femeninas que han surgido en los últimos años. Después de “Frank” en 2003, su CD de debut que solo se dio a conocer de manera modesta en el Reino Unido, a finales del pasado año Amy Winehouse publicó su 2º trabajo de estudio: “Back to Black”. ¿El resultado? Un trabajo breve y sólido, que homenajea a los grandes cantantes de Soul, Blues, Jazz y toda la música de raíz, con una voz que se asemeja a otras 2 recientes grandes cantantes de este estilo: Alicia Keys y Lauryn Hill. Pero con una diferencia que choca al oír su voz: que no es negra ni americana. Winehouse es una chavala británica esmirriada (rozando la anorexia) de la generación del 83, pero con un vozarrón que evoca embriagadores imágenes y olores de club de jazz y algodón de azúcar, de lugares que sólo pueden ser iluminados por música. Winehouse en “Back to Black” se adueña de este viejo sonido, armonizándolo con sonidos más recientes, pero sin llegar a resultar excesivo ni un pastiche antinatural y antimusical (como ocurría en algunos momentos del CD más reciente de Christina Aguilera, “Back to Basics” (sí, queridos discípulos, y es que para criticar hay que experimentar y conocer lo que se critica)), dejándonos piezas tan potentes como “You Know that I’m Not Good”, “Back to Black”, “Tears Dry On Their Own” (con el fondo de “Ain’t No Mountain High Enough”, todo un clásico), “Me and Mr. Jones” o el que ya se ha convertido en un clásico instantáneo del género, “Rehab”, de tintes claramente autobiográficos, pues en la Gran Bretaña si por algo es conocida Amy es por su vida descentrada y alocada, adicta a drogas y alcohol (motivo de varios escándalos, como darle un puñetazo a una seguidora que acudió a uno de sus conciertos), y con una conflictiva relación con su prometido. Pero problemas personales al margen, “Back to Black” es un trabajo sobresaliente que nos retrotrae a una época en la que la música era otra cosa. Era música.



El segundo sigue esta tónica, tanto musical como geográfica: una joven promesa veinteañera, de origen británico y claras influencias de cantantes de Soul y música negra (y cuando hablo de música negra hablo de Stevie Wonder o Marvin Gaye, no de “eso” que se hace ahora), pero esta vez cambiamos de género y de comportamiento fuera del escenario. Porque, allí donde Amy Winehouse es famosa por sus escarceos varios, James Morrison no ha dejado ni un escándalo que puedan aprovechar los sensacionalistas tabloides ingleses. Este ingresito lanzaría en 2006 “Undiscovered”, su primer album, anticipado con un single que se convertiría en una de las canciones veraniegas de las islas: “You Give Me Something”. Su voz ronca, su ritmo pegadizo y su excelente talento musical sorprendían a propios y extraños, haciendo que la crítica, por más que le costara aceptar a un cantante que trabaja dentro de una cadena más comercial, metido en las fórmulas radiofónicas de medio mundo, no pudieran sino rendirse ante la evidencia de que este chico era un diamante en bruto, una joya prometedora que debía ser seguido con lupa. “Undiscovered” es un trabajo de sonido sencillo, sin ningún tipo de estridencia (lo que provoca algún bache en el desarrollo del CD, sobre todo hacia el final), y donde el protagonismo reside en la fantásticamente áspera voz del cantante, que se arriesga a llevarla al límite y ponerla a prueba, lo que nos proporciona geniales pistas como la mencionada “You Give Me Something”, “Wonderful World”, “Call The Police”, “The Pieces Don’t Fit Anymore” o la que se ha convertido irremediablemente no sólo en la canción del verano de Las Entidades, sino probablemente en nuestra canción favorita de este año, aunque no la haya lanzado como single (el vídeo que hemos decidido colgar es el mejor de los que por ahí circulan: poned el volumen a tope): “If The Rain Must Fall”, que provoca una mezcolanza de sensaciones embriagadoras, un escalofrío y un sudor frío por la espalda con cada nueva escucha, como sólo produce la buena música.



Si hablamos de una banda de origen grunge, en un principio bautizada como “Kara’s Flowers”, cuyo trabajo de debut (“The Fourth World”, disco muy recomendable, con un sonido Beatle delicioso) se convertiría en un sonoro fracaso, pero que con el transcurso de los años se ha convertido en uno de los máximos referentes del sonido Rock-Pop de influencias R&Bnianas setenteras y ochentenas, llegando a talonear a sus satánicas majestades los “Rolling Stones, probablemente no tengáis ni idea de quiénes estamos hablando. Si os decimos que con su primer CD con su nuevo nombre y sonido renovado conseguirían poner de moda el nombre de “Jane” y dar a luz a una de las canciones pop más radiadas de los últimos tiempos, “This Love”, quizás ya os vayan sonando algo más. Si os decimos que este año han publicado su segundo album de estudio (“It Won’t Be Soon Before Long”), anticipado por la pegadiza “Makes Me Wonder”, después de una espera de 3 años, probablemente sepáis que esta banda no es otra que “Maroon 5”. Pero esta larga espera ha valido la pena, y con creces. Si en su trabajo anterior, “Songs About Jane” se habían dejado influir por el R&B y el funky, en esta nueva obra, desarrollan este estilo de manera brillante, recuperando además ese sonido rockero propio de “The Fourth World”, con una madurez y brillantez que dejan boquiabiertos a los más excéntricos. Ecos de Prince y del eterno Rey del Pop, Michael Jackson, se sienten claramente en estas nuevas canciones , donde Maroon 5 demuestran ser unos músicos de primera, con unos trabajos brillantes de todos los instrumentos (en especial las guitarras y los teclados) y de su vocalista Adam Levine, que con su peculiar voz alcanza cotas muy superiores a las de “Songs...”. “It Won’t Be...” es un CD del que es prácticamente imposible descartar ni una sola canción, pues nada falta y nada sobra. Si quieres guitarreo tienes “Can’t Stop” o “Little Of Your Time”. Si quieres sonido setentero ahí está “Makes Me Wonder” o “Back at your Door”. ¿Letras desquiciadas? “Wake Up Call” o “Kiwi” son tus canciones. Y para baladas pegadizas “Better That We Break” o la canción más pegadiza de este último trabajo, “Nothing Lasts Forever”. Gustos para todo, todo ello unido con una coherencia y sinceridad musical inusitada y encomiable, que dice mucho de este grupo en una situación, la música comercial actual, de bandas clónicas, insustanciales y lo peor de todo, impersonales, sin ningún rasgo definitorio, todo lo contrario de lo que sucede con Maroon 5, niños ricos pijos hasta decir basta pero músicos como la copa de un pino. Mención aparte el cuidado que ponen en todos sus vídeos, especialmente el último, una sátira muy ácida en forma de trailer cinematográfico del cine hollywoodiense actual, con explosiones persecuciones,frases lapidarias, banderas y tías neumáticas de por medio, donde de paso aprovechan para pasárselo bien, como en cada uno de sus vídeos. Ni que fueran tontos los lechones.



“Back to Black”, “Undiscovered” y “It Won’t Be Soon Before Long”. Tres Cds originales que marcan para bien el verano musical del 2007 de Las Entidades. Ya tenéis trabajo para el borrico. ¡Hala! ¡A descargar como una mula!


4 comentarios:

IvánN Díaz dijo...

Esto es lo que yo llamo tener buen gusto musical!

Amy me da un poco de mal rollo porque tal como va me da a mí que es el último disco antes de que la encuentren muerta en alguna habitación de hotel, pero "escucharé" su disco ;)

Los otros 2 ya los tengo y son una pasada, eso sí, voy a "escuchar" también el "The Fourth World", que no lo he oído.

Yeray García dijo...

Muy buenos gustos musicales.

Aunque si tuviera que elegir me quedaria con james morrison.

Nos leemos!

Las Entidades dijo...

IvánN: Sí, la verdad que la situación de Amy da bastante mala espina (lo último es que ha dicho que sólo irá a desintoxicación junto a su prometido y que tiene problemas de desorden alimenticio, pero que cada chica tiene sus problemas...), por lo que habrá que disfrutarla a tope ahora antes de que siga cometiendo tantas tonterías en su vida personal que ésta se entrometa en la musical. Y "The Fourth World" es un disco muy recomendable, con influencias Beatle y cierto toque grunge muy interesante, aunque un poco más repetitivo que los 2 que han sacado bajo el nombre de Maroon 5.

UltimateY:es que la canción que hemos puesto de James Morrison es incomparable con casi cualquier otra :p

Gracias por comentar ;)

IvánN Díaz dijo...

ya oí The Fourth World y no está nada mal ;)